Víctor Garbo (Diego Peretti) y Vera (Carla Peterson) están casados desde hace veinte años. Tienen cuatro hijos: Bruno (14), Lara (12), Tato (8) y Lolo (2). Completamente absorbido por su actividad laboral, Víctor vive ajeno a los avatares diarios de su mujer y sus cuatro hijos. Vera, agobiada por la tarea doméstica sin la ayuda de su marido, decide tomarse vacaciones de su familia y se va de viaje por diez días. Es así que Víctor se ve obligado a pedir licencia en su trabajo y ponerse al mando de la casa. Casi de inmediato, el caos se desata en cadena y se expande como una plaga.
Esta es la trama de "Mamá se fue de viaje", donde Carla Peterson se luce como protagonista.
- ¿Cómo llegaste a la película?
- Me llamaron los productores, pero la verdad no sé quién me habrá propuesto. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de trabajar con Ariel Winograd, el director. Y también era una buena oportunidad también de hacerlo con Diego Peretti. Estaba viviendo afuera, en Washington, y me preguntaron si podía venir a hacer una participación en la película. Estaba encantada de hacerlo y de venir de nuevo a la Argentina.
- Winograd está considerado como uno de los mejores directores de comedia en el país, Peretti se desenvuelve como pez en el agua en ese género, y vos sos una de las mejores actrices cómicas que hemos tenido. Se juntó un trío bastante poderoso...
- Bueno, muchas gracias. No lo digo por mí, pero este largometraje tenía todos estos condimentos e ingredientes para que se pueda armar una buena película para toda la familia. Eso es lo que me parecía atractivo de la propuesta. Además, ya había trabajado con Patagonik, la productora, así que me sentía bastante segura y contenta de venir acá.
- ¿Te sentiste identificada con tu personaje o con alguien que conocieras?
- Mi vida es muy distinta a la de Vera, pero alrededor mío hay muchas mujeres así: amigas que tienen muchos chicos. El personaje de la película tiene el mayor de 16 años y el menor de 2, entonces la diferencia es muy amplia y, por lo tanto, la crianza. Tienen muchas actividades muy distintas y para colmo, son cuatro. Pero estoy lejos de la madre que se muestra ahí.
- En el año y medio que estuviste viviendo afuera te las ingeniaste para aparecer en películas, hacer participaciones en televisión. Es como que tu ausencia no se notó.
- “¿No estaba viviendo afuera esta chica?” (risas). La verdad es que vine varias veces en todo ese tiempo, pero no pasaba muchos días acá: una vez vine por cinco días, otro por diez con mi familia. Después vine sola por doce días para trabajar. Lo que pasa es que, por ejemplo, filmé “Inseparables” (2016) y como en general las películas se estrenan unos cuantos meses después, otra vez me volvían a ver cuando se juntaba con otra cosa. Fue un poco así.
- ¿Tenías pensado seguir tu carrera así mientras vivías en el exterior? Era como un "no soltar".
- No, la verdad es que tuve muchas propuestas de trabajo estando afuera. Incluso cuando nos fuimos a vivir allá, una de las cosas que habíamos hablado con Martín (Lousteau) es que, si yo quería venir a trabajar, podía hacerlo. Pasó que después yo preferí compartir ese momento más con mi familia. Aparecí entonces en pequeñas participaciones que sí podía hacer. Además, es mi trabajo, no lo sentía como “no soltar”, o tener la obligación de seguir estando.
- De todas maneras, estuvieron poco tiempo. Nunca vamos a saber si hubieras podido soportar por mucho tiempo el ritmo de ir y venir. ¿Tuviste que enfrentarte a una decisión a futuro de qué hacer?
- No tenía que enfrentarme a ese tipo de decisión. Era casi una obviedad que no me iban a preguntar si estaba para volver, o para desembarcar durante seis meses para hacer una tira, o tres meses una obra de teatro. Y si lo hacían, yo respondía que no. Pero si hubiera habido un proyecto en el que hubiera realmente querido estar, hubiese pensado la posibilidad de venir y ver cómo me organizaba para hacerlo. No lo tuve que hacer finalmente. De todas maneras, tenía algunas propuestas de hacer cosas allá.
- ¿Pensaste en comenzar una carrera en Estados Unidos?
- No, pero a donde yo vivía había muy cerca un teatro hispano, muy grande, uno de los más importantes de Estados Unidos, que es de un argentino. Estábamos en contacto y nos hicimos muy amigos, y me ofrecía hacer teatro o que lleváramos alguna obra. Tuve entonces en un momento la oportunidad de hacer algo allá, pero la verdad es que yo también estaba acompañándolo a mi marido y no quería comprometerme con mucho tiempo de trabajo. O estar haciendo una obra a la noche y no poder acompañarlo.
- ¿Estás por filmar una nueva película?
- En septiembre comienzo. Se llama “Recreo” y la dirigen Hernán Guerschuny y Jazmín Stuart, que también actúa. También está Rafael Spregelburd, Pilar Gamboa, Juan Minujín. Por ahora sólo puedo decir que se trata de una comedia de parejas. Recién nos vamos a empezar a juntar, a ensayar y todo eso. Ya llegará el momento de hablar de ella. Eso es lo que sigue.
- ¿Puede ser que te veamos a partir de ahora haciendo más cine?
- Es probable que vuelva a hacer alguna comedia en televisión, o algún programa. Pero también me interesa mucho el cine, y al haber trabajado tanto en televisión no tuve esa oportunidad de abocarme mucho a ese medio. Los proyectos que se me presentaban para televisión eran muy buenos, y por eso elegía hacerlos. Tal vez ahora es momento de tomar otro tipo de decisiones y me encantaría hacer más películas. Estoy tratando de ordenar cómo va a seguir mi año y viendo qué cosas hay, qué cosas voy a hacer. Por suerte, hay bastantes.
- ¿Tuviste la oportunidad de conocer Mendoza?
- Sí, por supuesto. Tuve la suerte de haber ido muchas veces. Visité muchas bodegas, estuve en varios hoteles. Para mí es una de las mejores ciudades del mundo. Me encantó la ciudad y vamos a ir en cualquier momento. Ya dijimos con Martín que, cuando podamos tomarnos algunos días de descanso, nos vamos para Mendoza.