La parroquia trabaja junto a las Capillas de Fátima, Lourdes y Jesús Nazareno, así como también con la comunidad educativa del Instituto Murialdo, especialmente con su pastoral juvenil-vocacional (PJVM). “Desde siempre nuestra Cáritas ha contado con el respaldo de la comunidad parroquial”, señala su párroco desde hace dos años, el Padre Roberto Cogato, csj. Y agrega que “Nuestros feligreses han sabido responder a su vocación cristiana con la solidaridad”. El resultado se ve reflejado en la entrega quincenal de bolsas de alimentos a más de 100 familias de escasos recursos de la parroquia y también de otros sectores de Guaymallén y Mendoza.
Un trabajo sostenido en el tiempo
La parroquia tiene historia en materia de solidaridad, ya que cuenta con una fuerte presencia en la “Pastoral de calle” de la Arquidiócesis. Es así que desde los años 90 se comparten 100 raciones de cena los lunes en las inmediaciones del Hospital Central, a través del grupo de adultos "Cristo Sufriente". Además, cada viernes desde hace tres años, el grupo "Kerygma" (conformado por casi medio centenar de jóvenes de la PJVM) prepara y comparte más de 100 raciones de alimento con personas en situación de calle en la Plaza San Martín.
“La actual crisis sanitaria y el agravamiento de la crisis económica, que ya hace varios años está golpeando a las familias más vulnerables, pone ahora en situación de pobreza a familias que hasta antes del aislamiento podían gestionar algún trabajo, incluso informal, que les permitiera generar su sustento económico”, explica el padre Roberto. De hecho, señala que se ha más que duplicado la cantidad de personas y familias que buscan en Cáritas parroquial no solo una respuesta a sus necesidades económicas, alimento y vestido, sino también consuelo, un consejo, y sobre todo “la contención que viene de la certeza de la fe, de la experiencia del amor de Dios Misericordioso”, agrega. Así, hoy están llegando a más de 200 familias con una ayuda sistemática.
Unidos para ayudar
Ante la imposibilidad de celebrar la Eucaristía en los templos e impedidos de recolectar la limosna y recibir las donaciones que habitualmente los fieles traen a las capillas, se buscaron otras formas recolectar alimentos y dinero que no expusiera a las personas a aglomeraciones y que no les hiciera salir de sus casas más de lo estrictamente necesario.
Por este motivo, la parroquia recurrió al hipermercado Carrefour de Guaymallén, que les cedió un lugar para instalarse en su entrada. Allí un grupo de 20 jóvenes y adultos, autorizados por la Caritas de la Arquidiócesis y con los debidos resguardos sanitarios, cumplen turnos de dos horas para incentivar las donaciones y recibirlas. Las voluntarias, coordinadas por Fanny Calderón, seleccionan y distribuyen las donaciones entre las personas y familias que ya se acompañaban y otras que, incluso por medio de las redes sociales, solicitan ayuda.
“Esta situación de crisis sanitaria y ecónomica está permitiéndonos ver la realidad de nuestra sociedad, a nivel familiar, comunitario, nacional y mundial. Ojalá esta pandemia nos haga ver lo importante, eso que tantas veces hemos dejado pasar por lo urgente. Ojalá que podamos volver a reconocer lo que tiene valor, distinguiéndolo de lo que apenas puede tener un precio”, reflexiona el padre Roberto.
¿Cómo colaborar?
Los interesados en colaborar con la tarea de la Parroquia Sagrada Familia de Guaymallén pueden acercarse durante la primera semana de cada mes, por lo que dure la cuarentena, al hipermercado Carrefour, respetando la salida según la terminación del DNI. Al hacer sus compras pueden dejar un aporte en alimentos, o en dinero en las alcancías allí dispuestas. También pueden acercarse a los templos que progresivamente están abriendo sus puertas, por el momento para orar, y dejar también su aporte. “Pueden seguir nuestras actividades de celebración y solidaridad a traves de las ondas de Radio Murialdo, y en su canal de YouTube radiomurialdoenvivo, así como en el Instagram y el Facebook del Instituto Murialdo y nuestra PJVM”, cuenta el padre Roberto Cogato. Para donaciones, las personas también pueden comunicarse al Whatsapp 261 2078964.
Una reflexión final
“La reciente celebración de la Pascua del Señor nos hace presente que Él es la luz que nos ilumina y nos guía. En medio de esta crisis sanitaria y económica, estamos habitando horizontes digitales que pensábamos -hasta hace no mucho- de ciencia ficción. Es cierto que estamos, más que en época de cambios, en un cambio de época, y que esto puede producir una sensación de vertigo angustiante. Pero nuestra fe cristiana nos hace presente la posibilidad de parar, de rencontrarnos en familia. Todo esto nos hará más dispuestos al encuentro, más capacitados para amar, más disponibles a ser imagen y semejanza del Dios que es familia, comunión de amor y que nos manda su espíritu que hace nuevas todas las cosas”, finaliza el padre Cogato.