Carina Kaplan: “Inclusión y calidad educativa no son términos antagónicos”

La especialista en educación pasó por Mendoza y dejó conceptos que cuestionan la imagen negativa que hoy se le asigna a la escuela, más relacionada con la violencia y la pobreza de conocimientos que con la construcción de “subjetividades”.

Carina Kaplan: “Inclusión y calidad educativa no son términos antagónicos”
Carina Kaplan: “Inclusión y calidad educativa no son términos antagónicos”

En un tiempo en que muchos se rasgan las vestiduras frente a las formas de violencia escolar, cuando el bullying se ha vuelto un término trillado y algunos críticos ven en la inclusión la culpable de la pérdida de calidad educativa, Carina Kaplan se anima a dar otra mirada.

Con una vasta trayectoria en investigación sobre la trama de vínculos y relaciones que se tejen en el ámbito educativo, esta especialista asegura que hoy los docentes tienen una oportunidad histórica de revertir los modelos de exclusión que sostiene la sociedad y crear subjetividades para la democracia.

“La escuela no fabrica la discriminación, pero esta se traslada y transita por ella. Nosotros recibimos sujetos que ya vienen clasificados y valorados socialmente.

En prácticas muy cotidianas, la sociedad va armando estas construcciones, que a veces estigmatizan y criminalizan a las infancias y las juventudes. Hay un tipo de imaginario sobre quién vale más en la sociedad que se va legitimando”, sostuvo Kaplan en una ponencia que captó la atención de un multitudinario auditorio en Tupungato.

“Experiencias, reflexiones e ideas para transformar las prácticas educativas” fue el lema del I Congreso Regional de Educación e Inclusión, que tuvo a la reconocida escritora e investigadora del Conicet como una de sus disertantes centrales.

El encuentro fue organizado por el IES 9-009 de Tupungato y reunió en el Valle de Uco a más de mil participantes, entre docentes, estudiantes y demás interesados que llegaron de distintos puntos de la provincia.

Trabajar la inclusión

-Hay quienes sostienen que la escuela inclusiva ha perdido calidad en contenido, ¿cuál es su opinión?

-La contraria. Creo que calidad e inclusión no son términos antagónicos. Habrá que trabajar más sobre las trayectorias de aprendizaje. Lo cierto es que venimos de matrices de sistemas educativos donde sólo llegaban los mejores, y los mejores eran los que tenían una inteligencia excepcional que los diferenciara del resto. Como si la gente naciera con inteligencia por fuera de lo social.

-La obligatoriedad de la secundaria buscó cambiar ese panorama...

-Más allá de lo que se ha avanzado en inclusión social con la ley, hay una batalla cultural enorme por librar en las escuelas, y tiene que ver con las prácticas cotidianas. Tiene que ver con generar vínculos democráticos. Para nosotros, los alumnos ni son delincuentes ni son negros ni son pobres. Reivindicamos desde la escuela la condición de alumnos, que los hace iguales en las diferencias.

Para algunos chicos, el tiempo que pasan en la escuela es el único que les devuelve esa visión que tienen de sí mismos como jóvenes, como alguien que vale. Por eso, me molesta un poco el discurso antiescuela, antimaestro, que se escucha hoy.

-¿Y cómo debe procesar las formas de violencia que absorbe y las que se generan en ella?

-Por supuesto que en la escuela hay vínculos atravesados por el poder, por supuesto que hay quienes intentan liderar los grupos y otros que son sometidos. Pero esto es móvil. Tiene que ver con la dinámica de la escuela, no con las características de los sujetos. Y allí es donde tenemos mucho por hacer los docentes.

Kaplan cuestionó la individualización de los casos de violencia, que se encierra en frases como “niño problema” o incluso en el diagnóstico de patologías.

Al contrario, propone pensar relacionalmente la cuestión y renunciar a las teorías que sostienen el principio de desigualdad por algo genético o por capacidades cognitivas.

En este rubro, incluyó el concepto de bullying. “Supone algo genético, porque hay quienes son naturalmente acosados y quienes son naturalmente acosadores. Hace toda una caracterología en nombre de una psicología de dudosa raigambre científica y mucho de ideológica, que lo que hace es poner características individuales para explicar situaciones que son sociales”, dijo.

-¿Cuál es entonces la función que debe jugar la escuela frente a la exclusión?

-La escuela ocupa un lugar central en la producción de subjetividades. Es una de las instituciones más significativas que nos constituyen como humanos y nos constituyen junto con otros. Allí aprendemos a vivir juntos.

De allí, que la escuela tiene una función simbólica innegable, sobre todo en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Todavía nos falta mucho para encontrar las herramientas pedagógicas que nos permitan vivir juntos en las diferencias, pero hoy la escuela tiene una posibilidad histórica para la construcción de subjetividades democráticas.

Perfil

Estudios. Carina Kaplan es doctora en Educación de la UBA, y magister en Ciencias Sociales y de la Educación por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Investigación. Kaplan se desempeña como investigadora del Conicet y actualmente dirige el programa de investigación sobre "Transformaciones sociales de la subjetividad y procesos educativos" del Instituto de Ciencias de Investigación de la UBA.

Docencia. Es profesora en las universidades de La Plata y en la UBA. También ejerce como asesora de organismos nacionales e internacionales sobre Educación.

Libros. Kaplan ha escrito diferentes libros, la mayoría producto de sus investigaciones. El último se llama "Culturas estudiantiles. Sociología de los vínculos en la escuela".

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