La ciudad de Cardiff, escenario de la final de la Liga de Campeones entre Juventus y Real Madrid, ha implementado un fuerte dispositivo de seguridad antes del partido de mañana (15:45).
Menos de dos semanas después del atentado terrorista de Manchester, que dejó 22 muertos y 64 heridos, la capital galesa, donde se esperan más de 200.000 aficionados, se ha blindado en el que, según informan fuentes policiales, será el mayor operativo de seguridad desde la Cumbre de la OTAN de hace tres años.
El Millenium Stadium, sede de la final, ha cancelado las visitas guiadas y permanece rodeado de policía y de muros de hormigón para evitar ataques con camiones o vehículos de gran tonelaje.
Además, muchas de las carreteras aledañas al recinto permanecerán cortadas hasta varias horas después de la final, al igual que muchos de los accesos al centro de la ciudad y numerosos parques de la zona.
La policía también está presente en el río Taff, que pasa junto al Estadio del Milenio, y en la bahía de Cardiff, con patrullas a bordo de barcos.
Ante la llegada de cerca de 200.000 aficionados a Cardiff, la UEFA ha informado de que se mantendrán las zonas habilitadas para los seguidores ('fan zones'), aunque no está prevista la transmisión del partido en una pantalla gigante.