El presidente mexicano,
Enrique Peña Nieto
, confirmó hoy la detención en México de
Joaquín "Chapo" Guzmán
, el narcotraficante más poderoso del mundo, en lo que constituye el golpe más importante de su gobierno desde que asumió hace poco más de un año.
"Reconozco la labor de las instituciones de seguridad del Estado mexicano, para lograr la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera en Mazatlán", dijo el mandatario a través de
.
Para la detención fue "determinante" la "coordinación" de las secretaría de Gobernación (Interior), de Defensa, de la Marina así como de la fiscalía general, la policía federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), señaló el presidente mexicano. "Felicidades a todos", celebró.
Una fuente de Seguridad de Estados Unidos había informado previamente a la AFP de la detención del capo por parte de la Marina mexicana en un resort de la ciudad costera de Mazatlán (Sinaloa), asegurando que se había producido sin ningún disparo.
Según el funcionario, la captura se produjo a las 6H00 locales (11H00 GMT) en un operativo realizado con información de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) tras un monitoreo exhaustivo de cinco semanas al capo más buscado por México y Estados Unidos.
"El Chapo", que la revista Forbes señala como el delincuente más rico del mundo, estaba prófugo de la justicia después de escapar en 2001 de la prisión de Puente Grande, Jalisco (oeste), considerada de máxima seguridad, escondido en un carro de lavandería.
Esta es detención más importante de un narcotraficante desde que Peña Nieto asumió el poder en diciembre de 2012.
En en julio de 2013, su gobierno capturó al líder del cártel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño alias "Z-40", y en agosto al líder del cartel rival del Golfo, Mario Armando Ramírez. En ambos casos, las autoridades aseguraron que no se había disparado "un solo tiro".
La secretaría de Gobernación convocó esta tarde a los medios de comunicación en el hangar de la secretaria de la Marina armada del aeropuerto de la Ciudad de México.
Por la captura de Guzmán, la fiscalía general mexicana ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (unos 2,3 millones de dólares) mientras que Estados Unidos puso un precio de cinco millones de dólares.