Quien hacía de gestor en una asociación ilícita fue arrestado anoche en Guaymallén cuando fue a visitar a su familia. Marcelo Fabián Ravel Cantos estaba prófugo desde diciembre del año pasado. Era buscado por estar acusado de haber cometido estafas por 5 millones de pesos junto a sus cómplices, según precisaron fuentes policiales.
En diciembre de 2017 dos escribanas fueron acusadas de formar parte de una asociación ilícita que cometía estafas con documentos apócrifos en sucesiones y escrituras. Ravel era quien hacía de gestor y quien, desde que sus presuntas cómplices fueron señaladas, estaba prófugo.
Voceros de la Policía precisaron que ayer en horas de la noche, Ravel no pudo con su genio y decidió visitar a su pareja y a su hijo. Los investigadores monitoreaban la vivienda y, una vez confirmada la presencia en la casa, realizaron un allanamiento en el barrio Villa de las Puntadas, de Dorrego. Así lograron detener al tercer miembro de la banda.
A Ravel los sabuesos de la División de Delitos Económicos le secuestraron una moto marca Benelli de 600cc -valuada en medio millón de pesos- y un automóvil Renault Fluence que era utilizado como remis. Un sello sin uso de una escribana y fojas de libros de protocolo de escribanos en blanco, que tenían el mismo número de serie, completaron el secuestro.
Cómo operaban
Según tienen acreditado los pesquisas, las dos escribanas se encargaban de dar originalidad a las maniobras de sustitución de identidad de personas que habían fallecido y tenían propiedades en conflicto de sucesión. Esta maniobra les significó una suma muchas veces millonaria, ya que en la primera parte de la investigación, se logró contabilizar más de cinco millones de pesos en, al menos, dos propiedades.
Una propiedad desocupada y aparentemente abandonada era el botín. Después de un plan de seguimiento y de tener la seguridad de que el titular había fallecido -con averiguación de datos entre los vecinos, tarea que tuvo a su cargo Marcelo Ravel Cantos- se obtenía un falso poder irrevocable con efectos post mortem.
Con este “papel” se iniciaba un círculo ilegal donde la propiedad, ya a nombre de uno de los integrantes de la “sociedad”, era puesta en venta. Llegado el comprador, después del pago estipulado, la propiedad era inscripta en el Registro y entregada.
El fraude se descubría cuando el nuevo "dueño" recibía la inesperada visita de los familiares o herederos reales del fallecido reclamando la propiedad. Ante la imposibilidad legal de recuperar el inmueble, terminaba siendo denunciado por usurpación.
Valioso secuestro
Durante la investigación se secuestraron varios vehículos de alta gama, entre ellos, un Audi A4 (valuado en $ 400.000), una camioneta Audi Q5 (valuada en $ 1.500.00), un cuatriciclo de 500cc marca Polaris (que cuesta $ 380.000), una moto Yamaha África Twin (valuada en $ 300.000) y una camioneta BMW (valorada en $ 1.700.000).