El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió hoy el desalojo de los trabajadores de la autopartista Lear por parte de Gendarmería, dado que estaban por cometer un "delito" al intentar impedir el tránsito en la autopista Panamericana, al tiempo que calificó el reclamo de "político" y pidió que se canalice por "vías correspondientes".
El funcionario sostuvo que, si bien los trabajadores "tienen todo su derecho a reclamar", resulta "imprescindible que se canalice a través de vías correspondientes" como "el Ministerio de Trabajo, acciones de carácter judicial o una protesta pública", aunque sin "alterar derechos de terceros", aclaró.
En su habitual conferencia en Casa de Gobierno, Capitanich tildó de "político" el reclamo de ayer en la autopista Panamericana porque, dijo, fue realizado por "partidos políticos con el objetivo de generar un nivel de protesta que excede el marco de las reivindicaciones laborales".
El ministro coordinador planteó que los trabajadores "no pueden alterar derechos de terceros respecto a estrategias como, por ejemplo, impedir el tránsito", por lo que, subrayó, la movilización de ayer "constituye una violación flagrante de las normas legales" y es un "delito tipificado en el Código Penal".
El funcionario cuestionó a las organizaciones que efectuaron el reclamo al sostener que "promueven destruir puestos de trabajo, transferir divisas al exterior y hacerle el juego al capitalismo depredador que tanto critican desde el punto de vista ideológico".
"Muchas veces, estas agrupaciones políticas, tendiendo a maximizar el conflicto, lo que hacen es destruir el empleo, en vez de generarlo, y pretenden destruir las empresas que son fuentes de generación de empleos", cuestionó Capitanich.
Por eso, pidió un "equilibrio entre la reivindicación legítima de sus derechos" y el "funcionamiento del sistema económico y de las empresas".
El ministro coordinador aclaró que Lear es una "empresa privada", por lo que, dijo, "no corresponde al Gobierno la reincorporación de los trabajadores".
Efectivos de Gendarmería reprimieron ayer con balas de goma a manifestantes y trabajadores de Lear en la Panamericana, a la altura de General Pacheco, y en menos de cinco minutos lograron despejar la autopista, luego de detener a algunos activistas.