El rechazo que la Justicia provincial hizo de la medida cautelar presentada por un boliche clausurado por la Municipalidad de Mendoza generó la reacción del dueño del conocido local, quien aclaró que tiene la habilitación definitiva y denunció una "persecución" de la comuna.
El litigio legal se inició luego de que el municipio clausurara el boliche "Banana Rana", ubicado en calle Morón 80 de Ciudad, "debido a que el comercio no cumplía con los pasos necesarios para la habilitación definitiva", de acuerdo a lo publicado por la comuna que dirige Rodolfo Suárez en un comunicado.
Conocido el fallo, y mientras continúa el proceso judicial, el dueño del local salió al cruce de las afirmaciones del municipio. "El accionar de la municipalidad fue un abuso de autoridad. Decretó la clausura a Banana Rana el 23 de septiembre de 2014, cerrando un comercio con habilitación definitiva otorgada en el año 2007 y ratificada el 19 de junio de 2014, por un motivo casi inventado, sin ningún tipo de plazos ni procedimiento administrativo", indicó Horacio Miner en un escrito.
Mientras el bar permanece cerrado, Miner se encargó de aclarar que cumplió "con absolutamente todas las habilitaciones del rubro local bailable, ya que la mayoría de las veces los artistas requieren ampliaciones de sonido, por lo que fue necesario encuadrar a este bar en ese rubro".
Según Miner, la clausura se originó a partir de las quejas de un vecino y luego de que el municipio le exigiera la presentación de un plano de relevamiento. "La Municipalidad informa mediante un proveído, ni siquiera mediante una resolución, que falta un plano de relevamiento. Y, sin otorgar plazos ni fundamento de índole legal, clausura. Plano que la misma comuna nunca me exigió como requisito para otorgarme la habilitación definitiva. Ni siquiera me exigió un plazo para realizarlo en la actualidad", se quejó el propietario del boliche conocido porque allí se presentan bandas de rock.
"La intención principal de la Municipalidad de la ciudad de Mendoza es erradicar a como dé lugar toda actividad nocturna con ampliaciones de sonido, por más que dichas actividades posean sus habilitaciones y todos los trabajos de estructura", disparó Miner.
Y cerró: “Lisa y llanamente, la municipalidad y nuestro vecino quieren que Banana Rana se vaya del lugar. Les molestan los músicos mendocinos y su público transitando en la vereda para arribar a un bar céntrico y asocian con ellos a los hechos de violencia, olvidando a los delincuentes que transitan las calles”.