Seis meses después de la toma de posesión del presidente moderado Hasan Rohani, delegaciones políticas y económicas empiezan a acudir en gran número a Teherán para reanudar lazos con Irán, ante la expectativa de un próximo levantamiento de las sanciones internacionales.
Prueba de ello es la imponente delegación económica francesa que llegó ayer a Teherán, integrada por 107 personas, "la mayor delegación económica y comercial francesa y europea" en acudir al país, según la agencia Irna.
Los franceses -cuyo viaje a Irán fue organizado por la patronal francesa Medef- fueron precedidos en las últimas semanas por delegaciones procedentes de Italia, Alemania, Austria, Portugal o Corea del Sur. Ello prueba la importancia del gran y prometedor mercado iraní, de 76 millones de habitantes.
En virtud de un acuerdo firmado en noviembre en Ginebra, una parte de las sanciones económicas contra Irán fue levantada, a cambio de una suspensión parcial de las actividades nucleares iraníes.
El acuerdo, de seis meses de duración, entró en vigor el 20 de enero y debe permitir resolver definitivamente la cuestión nuclear de la República Islámica.
"Entre los países de la región, Irán se beneficia paradójicamente de una notable estabilidad política" si se lo compara con Siria, Irak o Egipto, afirma un analista iraní que requiere el anonimato.
Solamente los países del Golfo son políticamente estables, pero las empresas extranjeras ya están muy presentes en ellos.
Un desfile diplomático
En diciembre, la ministra italiana de Exteriores, Emma Bonino, fue la primera responsable europea de este nivel en retornar a Irán, tras varios años de alejamiento debido a la política y, sobre todo, a las intempestivas declaraciones del ex presidente Mahmud Ahmadinejad sobre Israel o el Holocausto.
La visita a fines de enero del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan fue una de las más importantes para Irán, e inequívoca señal de un acercamiento pese a las divergencias sobre el conflicto sirio. Los dos países expresaron su voluntad de elevar sus intercambios comerciales hasta 30.000 millones de dólares en 2015.
El jefe de la diplomacia sueca Carl Bildt prevé llegar hoy a Teherán, y su homólogo polaco Radoslaw Sikorski lo hará a fines de febrero. Además, ex responsables políticos, entre ellos el que fuera jefe de la diplomacia británica Jack Straw, o el anterior secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ya han viajado a Teherán.