"Cuanto más calor hace, menos agua hay", así describe una vecina la situación que viven en el barrio Teresa de los Andes, de Guaymallén. En lo que va del verano los vecinos han notado una merma muy importante en el suministro de agua y, según aseguran, no han tenido respuestas de Aguas Mendocinas (Aysam) ni del Ente Provincial de Agua y Saneamientos (EPAS) pese a realizar numerosos reclamos.
Las temporadas estivales suelen traer aparejados problemas con la presión del agua en varios barrios de la provincia, pero en el distrito de Capilla del Rosario los vecinos de un barrio denuncian que no tienen agua durante varias horas del día. Si bien durante el día el servicio parece normalizarse, en las horas más calurosas del mediodía y siesta, el agua comienza a escasear para cortarse hacia la tarde.
"Todas las tardes el agua se corta cerca de las 17. Los días de mucho calor o los domingos, cuando la gente está más tiempo en sus casas, el horario se adelanta y ya a las 14 comienza a haber un hilito que no nos permite hacer más nada", comenta Graciela Cruzate, vecina de la manzana I del barrio. "Durante la mañana tenemos que juntar el agua en bidones y baldes para asegurarnos en la tarde tener para tomar y mantener la higiene del baño", agregó.
Según el testimonio de la gente que vive en el lugar, el problema data desde que se construyó el barrio hace tres años y todos los veranos tienen problemas con la presión del agua. Pero el inconveniente se intensificó este año ya que el suministro se corta casi todos los días y los vecinos deben recurrir a distintas alternativas para compensar la falta de este recurso indispensable.
Un horno en Navidad
"En mi casa vivimos seis personas y todos tenemos nuestros horarios y responsabilidades. No tener agua nos complica porque más allá de que podamos juntar en recipientes, no nos alcanza para bañarnos e higienizarnos. Mi marido, por ejemplo, se baña en el taller en el que trabaja antes de volver. Los demás vamos a la casa de mi suegra para usar el baño y luego poder ir a trabajar limpios", relató Norma López, otra de las vecinas afectadas.
Las odiseas de los vecinos siguen para intentar sobrevivir hasta que el servicio se normalice, hecho que sucede cerca de las 3 de la mañana cuando recién entonces los tanques de agua empiezan a llenarse. Un ejemplo lo da Nancy Trigo, de la manzana J, que espera despierta hasta esa hora para poder regar el jardín que tiene en la entrada de su casa.
"El mayor caos lo vivimos para Navidad. Durante el 24 no tuvimos agua en todo el día y a esto se le sumó el Zonda. La verdad es que no teníamos cómo refrescarnos", relata Cruzate.
Trece reclamos
Christian Magnaldi es otro de los tantos vecinos que ha hecho los reclamos correspondientes a la empresa suministradora aunque no ha tenido aún respuesta. "Tengo 13 reclamos registrados en Aguas Mendocinas pero no me dieron ningún tipo de respuesta. Desde el EPAS me dijeron que llamara en el momento en que el agua se corte totalmente. Esta respuesta me pareció una burla ya que cuesta mucho comunicarse con ellos", señaló el vecino.
En torno a las denuncias y ante la falta de soluciones concretas, los vecinos llamaron a los medios de comunicación y no descartan en un futuro tomar medidas de fuerza, como cortar calles. "Yo me comuniqué con distintos medios y a su vez esto se lo dije a los de Aysam y EPAS porque considero que la situación ya no da para más. No quiero que los vecinos caigamos en el conformismo de que las cosas son así. Los reclamos son muchos y desde estas empresas no se dignan ni siquiera a venir al barrio para interiorizarse sobre el estado en que estamos viviendo" señaló Magnaldi.
Desde Aysam informaron que el problema se debe a la falta de presión pero que por no tratarse de un problema técnico específico no pueden hacer mucho más para atender a los reclamos. Además, desde la empresa apuntaron al consumo de agua indiscriminado que en general se da en estas épocas por lo que las plantas trabajan al máximo y se colapsan a la hora de abastecer a los barrios de Mendoza.