El directorio de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC) canceló el miércoles la adjudicación de las frecuencias de telefonía celular 3G y 4G a la empresa Arlink, del grupo de Daniel Vila y José Luis Manzano, ya que debía pagar US$ 506 millones a fin de junio, pero se vencieron los plazos y Arlink no desembolsó el dinero comprometido.
"En consecuencia, se declaró desierto el concurso público del Lote 1 de la licitación", añadió AFTIC. Y también destacó que esa adjudicación se enmarcó en "la licitación de espectro radioeléctrico más grande de la historia argentina".
Es que Movistar, Personal y Claro ya pagaron US$ 1.727 millones por las frecuencias que les adjudicó el Gobierno en la subasta realizada en octubre del año pasado y comenzaron a dar servicio sobre esas frecuencias. Pero Arlink fue la única que no pagó nada.
La cancelación de las frecuencias de Arlink dilata el desembarco de un nuevo operador móvil que compita con las telefónicas dominantes, pese a que era uno de los objetivos que anunciaba el Gobierno; aunque, en realidad, va en sintonía con el beneficio que se le viene dando a los operadores telefónicos dominantes.
Durante una década, el Gobierno redujo esas carreteras, bajando de poco más de 200 Mhz de ancho de banda disponible, a sólo 170 Mhz. Al final de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, el Gobierno decidió subastar y adjudicar todas las frecuencias disponibles, con numerosas restricciones, para evitar que pudiera desembarcar un nuevo operador a competir con las telefónicas dominantes.