Campeones de otro planeta

Maipú se consagró campeón anual por 8va. vez consecutiva y superó el récord de UNCuyo. En la final del Clausura, batió a Godoy Cruz por 36-16.

Campeones de otro planeta

Parecen extraterrestres. No tienen rival en la tierra del sol del buen vino. Ganan, ganan, ganan y ganan. Figurita repetida. Estamos hablando de la Municipalidad de Maipú, equipo que logró su octavo título anual en forma consecutiva. Histórico y récord absoluto en la disciplina a nivel provincial. Atrás quedaron esos años dorados de Regatas, UNCuyo o San Lorenzo de Russell. Merced a sus vueltas olímpicas, Maipú es sinónimo de Mendoza a nivel Nacional. Y en nuestra provincia, es sinónimo de campeón.

Mucho tiene que ver como se respira balonmano en el departamento de Maipú. En los colegios es el deporte preferido de todos. Por esta razón, al Ribosqui llueven chicos con la pasión del handball. Después, se detecta los talentos y se trabaja profesionalmente.

Así lo explica, Dante Ortega, actual entrenador que tuvo que reemplazar  al multicampeón ‘Gaso’ Becerra, en su visita a Más Deportes: “Hoy, Maipú marca grandes diferencias. Trabajamos para formar jugadores a futuro. La brecha crece cada vez más. Tenemos todas las categorías formativas y en casi todas somos campeones. Tenemos la obligación de mostrar todo su poderío a nivel Nacional”.

Por su parte, el experimentado arquero, Alejandro Partucci, afirmó: “Es una pena que desde la Amebal no se incentive a los clubes a sumar chicos. Hace, 8 años que Maipú, prácticamente no tiene rivales en Mendoza. Con Regatas se dan lindos desafíos, pero terminamos inclinando la balanza a nuestro favor. Es una mística que logró el grupo y la tira sobre la cancha”.

Los pivotes Alberto Letard y Galo Chaves, explicaron a coro, la magia que tiene este plantel imbatible: “Hace cinco años que el grupo se siente imbatible. Somos amigos y tenemos la misma pasión. Desde chicos, estamos dentro del Poli jugando a lo que más nos gusta. Y nosotros transmitimos ese amor por el deporte y la camiseta. Entonces, los chicos que se suman  entienden esta mística de campeón que parece no tener final”.

Como en la cancha, cada movimiento, gesto, risa de cada uno es interpretada por el otro casi de memoria. Es un verdadero grupo de amigos. Y la amistad más el talento, son las clave para lograr grandes cosas. ¡Salud multicampeón!

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