El escándalo de los cuatros nadadores olímpicos estadounidenses que aseguraban haber sido asaltados tomó un giro sorprendente: los deportistas estuvieron involucrados en una pelea con un guardia de seguridad tras causar daños en una gasolinera.
El miembro de la fuerza, que conoce la investigación y habló bajo anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones, dijo que Lochte mintió sobre la versión del robo y culpó al nadador y a sus compañeros Jack Conger, Gunnar Bentz y Jimmy Feigen de provocar incidentes en la estación de servicio donde dijeron haber sido asaltados.
Según su testimonio, cerca de las 6 de la mañana del domingo, los nadadores pararon en una gasolinera de Barra da Tijuca e intentaron ingresar a un baño exterior, pero la puerta estaba cerrada con llave. Uno de ellos la empujó y la rompió.
Entonces apareció un guardia de seguridad para detenerlos y llamar al dueño. De acuerdo con el relato del funcionario, el dueño de la estación de gas llegó al lugar y les pidió a los nadadores que pagasen por la puerta rota.
Tras una discusión, le pagaron una cantidad de dinero y se fueron. Bentz y Conger, están demorados en Brasil, mientras Lochte logró viajar a los Estados Unidos. Se desconoce dónde se encuentra Feigen, pero la prensa brasileña asegura que aún está en Río.