Vienen trabajando desde el ‘61 en Tupungato, desde que un grupo de vecinos notables decidió reunirse para trabajar por su comunidad. Años atrás sorprendieron con una campaña, por la cual operaron de labio leporino a unos 500 niños de todo el país. Esta vez, se han sumado a una consigna nacional para conseguir audífonos nuevos o reparar usados y así poder crear un banco que responda a las necesidades de personas con patologías auditivas en el país.
Son los 15 socios que integran el Rotary Club en Tupungato, un grupo de familias inquietas que permanentemente está sondeando demandas sociales y pensando acciones y proyectos. Por estos días, la bandera que levantan es la de los pacientes argentinos con problemas de audición, sobre todo niños.
Por ello -y haciéndose eco de un proyecto del distrito rotario 4849 al que pertenece la región Cuyo- los tupungatinos abrirán las puertas de su ‘casa de la amistad’ hoy para recibir todos los audífonos viejos o averiados que pueda aportar la comunidad. Los mismos serán reparados y destinados a distintos rincones del país, en función de la demanda.
Las instalaciones ubicadas en Rivadavia al 251 permanecerán abiertas desde las 9 hasta las 24. “La idea no es sólo recibir audífonos en desuso, también queremos hacer un registro con los tupungatinos que requieran estos soportes y puedan integrar las listas de espera”, expuso Pablo Nuñez, uno de los rotarios más jóvenes.
La campaña también incluye la recolección de materiales descartables (botellas plásticas y de vidrio, diarios, cartones, etc). La institución quiere vender todo estos elementos para conseguir recursos y poder también adquirir audífonos nuevos, para patologías que exigan determinados requisitos en ortopedia.
“Estamos muy entusiasmados. La gente siempre responde a estas campañas, son momentos en los que la comunidad demuestra su solidaridad”, sostuvo Nelly de Vecchio, una tupungatina que participa de la ‘rueda de mujeres’ desde el ‘76.
Don Ernesto Piaggi fue el primer médico que tuvo Tupungato y uno de los personajes más queridos del departamento. Dicen que fue uno de los promotores y quien convocó al primer grupo de vecinos interesados. Lo cierto es que desde hace 54 años, los rotarios tupungatinos se reúnen semanalmente para compartir la amistad y diagramar su plan de acciones.
A base de mucho esfuerzo y con trabajo mancomunado, en el ‘78 levantaron una sede propia, en un terreno que donó el vecino Armando Zingaretti. Hoy son una de las instituciones con mayor trayectoria del departamento.
“Juntamos el dinero para ayudar en base a los eventos anuales que realizamos, como bailes o té para las mujeres. La gente colabora mucho, porque ya conoce como trabajamos”, apunta Martha Meli, una de las socias. Entrega de sillas de ruedas, de un aire acondicionado para el hospital Las Heras, de un microhondas para un jardín maternal rural, de material didáctico para escuelas, de frazadas y muebles a familias carenciadas son algunas de las tareas que lleva adelante el Rotary Club de Tupungato.