El Dakar ingresó a Argentina y las diferencias fueron muy notorias. El vivac montado en el Centro de Convenciones de la capital salteña resultó ser un "cinco" estrellas. La caravana pasó de convivir con la arena, el sol y el marrón claro del desierto al aire acondicionado y el verde del césped que se multiplica por sí solo.
Para todos fue más que un respiro, aunque el espíritu puro del Rally poco tenga que ver con alfombras y aire acondicionado. Pilotos que esperaban por las asistencias, que llegaron muy tarde por el cruce desde Chile, tuvieron opciones para pasar el rato y reponer fuerzas.
Una carpa al estilo “calesita” con los colores de la bandera nacional fue el punto de encuentro para todos los que visitaron el stand argentino. Pernil de cerdo y humita típica de Salta fueron las comidas que degustaron y saborearon los integrantes de la familia Dakar.
En el lugar descansaron los representantes argentinos, entre ellos los mendocinos Lucio Álvarez (junto a Ronnie Graue), José García y Chino Yacopini. En el caso del Gordo, habló por teléfono con familiares mientras Emiliano Spataro “twitteó” haciendo referencia a la etapa finalizada con la Duster del Renault Team.