Para varios fue una jornada histórica ver a una ex presidenta rendir cuentas ante la Justicia. Pero, de apelar a la memoria (y no tan lejana), tampoco es una novedad que quien alguna vez ocupara el sillón de Rivadavia gracias al voto popular hiciera un tour por Tribunales. Tras el inicio del juicio contra Cristina Fernández de Kirchner, acusada de liderar una asociación ilícita en el manejo de la obra pública, el fiscal José María Campagnoli, quien investigó la "ruta del dinero K" y luego padeció los embates del colectivo de Justicia Legítima -"como si hubiera una ilegítima", dice él- desestimó que exista una persecución política y pidió una sentencia -así sea condenatoria o absolutoria- para "cerrar la grieta".
Campagnoli visitó Mendoza en el marco de la celebración de los 60 años de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), que organizó este viernes un foro bautizado bajo el título de "¿Argentina tiene futuro?". Más allá de seguir de cerca los vaivenes económicos, la atención viró en torno a lo ocurrido en los últimos días en Comodoro Py, horas después de la postulación a la vicepresidencia de la senadora nacional por Unidad Ciudadana.
"Empezó un juicio que posiblemente sea histórico", categorizó el fiscal en una entrevista brindada a Los Andes, en la que balanceó su satisfacción con los resultados tras el "cepo judicial del gobierno anterior" y la deuda de la "democracia ligada al delito" en Argentina.
- ¿Fue una semana histórica para la ciudadanía?
- Lamentablemente en la historia de nuestro país no es el primer juicio a un ex presidente, pero ojalá los presidentes cumplieran su mandato, se fueran a sus casas tranquilos y el país estuviera mejor. Pero en la actualidad tenemos una Justicia que está dando algunos resultados, que después del cepo en el gobierno anterior está comenzando a ponerse de pie. Faltan hacer muchas cosas pero se empiezan a ver los resultados. Lo importante es que un tercero imparcial defina lo que pasó.
- Usted fue uno de los primeros en la batalla judicial. ¿Cómo compararía la situación cinco años después de su suspensión?
- Diametralmente opuesta. En aquel momento, cuando quería investigar, recibía ninguna colaboración del poder de turno. Al contrario, sólo encontraba piedras y obstáculos en el camino. La investigación me costó ocho meses de suspensión, un sinnúmero de acusaciones y una campaña de desprestigio que gracias al poder de la gente movilizada, me permitió volver a mi despacho de fiscal. Hoy el Poder Judicial actúa libremente, no hay injerencia del Ejecutivo. He tenido investigaciones que involucraban a personalidades del gobierno de turno y no he tenido ningún inconveniente. Nadie dijo que yo era un fiscal golpista. Yo redoblé esfuerzos y entendí que lo importante era defender mi causa.
- El kirchnerismo insiste en que es víctima de una "persecución". Ese criterio podría habérselo aplicado usted mismo en su momento…
- No hay persecución política. Todos sabemos que eso es otra cosa. Porque persecución política es cuando alguien no tiene ningún tipo de herramienta para defenderse. Para que una persona sea condenada firmemente por lo menos intervienen entre 15 y 20 magistrados. Si se ponen de acuerdo para perseguir a una persona inocente me parece muy difícil de creer. Más aún cuando el 60% de los jueces federales fueron designados en el gobierno anterior. En Venezuela hay persecución política. Afortunadamente no hemos llegado a eso, pese a que parecía a que íbamos a un país sin normas, en el que cuando las cosas salen un poco mal, se cambian las reglas de juego.
- Cristina está procesada y es precandidata a la vicepresidencia, además de contar con una importante base electoral. ¿Diría que los argentinos se acostumbraron al "roban pero hacen"?
- El “roban pero hacen” que tanto se ha instalado en nuestra imaginación colectiva habría que cambiarlo por el “matan pero hacen”, a ver si nos parecería tan simple. Nosotros ya vimos con las tragedias de Once y Cromañón que la corrupción mata. Entonces ¿aceptaríamos el “matan pero hacen”? Yo creo que no. Tampoco debemos aceptar el “roban pero hacen”. Los argentinos van a decidir qué país queremos. Si uno con normas claras donde respetemos la ley u otro donde impere la trampa y sean dominados los jueces.
- El banquillo lo compartían funcionarios en libertad y otros que están presos, pero se miraban entre ellos como desconocidos. ¿Qué va a pasar con los acusados?
- Espero sentencias que pueden ser condenatorias o absolutorias. Lo importante es que haya un pronunciamiento de la Justicia que debemos aceptar y respetar, sea lo que sea. Es una de las maneras de cerrar la grieta. Siempre voy a estar agradecido a la sociedad que me permitió volver a mi despacho y trabajar como fiscal. Valoro una ciudadanía que se da cuenta que la actuación republicana no se agota al momento de votar sino al participar y actuar con coherencia.
"Los dirigentes no tienen curriculum, tienen prontuario"
Además del fiscal Campagnoli, el periodista Carlos March, director de fundación Avina y ex director de la organización Poder Ciudadano, participó en el foro de ACDE Mendoza y aseguró que "la corrupción es un impuesto a la pobreza".
"Cuando el Estado y las instituciones terminan capturadas por el delito, sea por asociaciones ilícitas o el delito organizado, la democracia deja de generar dignidad humana y se convierte en un modelo de delito. Se distorsiona el mercado y el sistema productivo e impactás en los sectores vulnerables, por eso la corrupción es un impuesto a la pobreza", reflexionó March, quien en 2014 juntó 100.000 firmas para que Campagnoli fuera declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
"El gran problema de la Argentina es que los dirigentes no tienen curriculum, tienen prontuario. La corrupción sistémica necesita transparencia estructural. ¿Cómo puedo defender a CFK, por nombrar un ejemplo, cuando tiene procesos por todos lados? Deja de ser una ideología y es un dogma que no puedo discutir", agregó March.
El periodista valoró avances como la ley de acceso a la información pública o la ley del arrepentido. "Creo que en estos últimos años se ha avanzado no tanto como deseáramos. Argentina necesita una investigación de fondo sobre la corrupción. Estamos persiguiendo justicia contra el gobierno anterior, pero no se está investigando la corrupción del menemismo ni el macrismo", concluyó.
