El sistema de cloacas de Mendoza tiene una extensión que ronda los 4.500 kilómetros y de esa enorme red subterránea, hay 600 kilómetros de cañerías que se encuentra colapsado y que debería ser reemplazado en el corto plazo; sin embargo la tarea de hacerlo no es sencilla ni tampoco barata y según el cálculo de Guillermo Amstutz, titular de Aguas Mendocinas, hay que pensar en una obra de mediano y largo plazo que demoraría unos 20 años en estar completa.
"El que piense que se puede hacer antes me tiene que explicar el método, porque acá no hablamos de poner 600 kilómetros de cañerías en el campo o en un barrio nuevo, sino de reemplazar las cloacas en los cascos céntricos de todos los departamentos, donde es mucho más difícil trabajar porque hay tránsito de vehículos y porque están las casas de los vecinos", explicó Amstutz durante un viaje a San Martín.
"Reemplazar un kilómetro de cañería en un casco céntrico es una obra complicada, que lleva tiempo, que requiere mucha planificación y que hoy tiene un costo de cuatro millones de pesos, sin contar el repavimentado de la calle", agregó Amstutz que anunció que en breve se realizará en San Martín una obra de estas características para reemplazar un kilómetro del colector principal de la ciudad. Amstutz subrayó que su repartición cuenta hoy con un fondo de 400 millones de pesos para este tipo de obras: "Creo que es un programa que Mendoza debe aplicar de manera ininterrumpida durante 20 años, que es lo que va a llevar reparar los 600 kilómetros de cañerías más afectados", dijo y siguió "Con los pies sobre la tierra y hablando con la verdad, es un programa para 20 años que hay que trabajar en forma gradual pero de manera ininterrumpida. Cambiar el sistema de cloacas colapsado cuesta 200 millones de dólares, un dinero que Mendoza no puede conseguir en un año y por eso también es que hay que pensar en una política de mediano y largo plazo".
Pero en este complejo escenario y mientras Amstutz imagina una obra a 20 años, es necesario dar respuesta hoy a los reclamos de la gente y a los problemas graves que muestra la red colapsada; es por eso que Aguas Mendocinas adquirió seis camiones cuya tecnología permite romper tapones en las cañerías y enseguida succionar los restos.
"Se llaman camiones combinados, utilizan una determinada presión de agua para romper tapones y enseguida chupan esos restos en lugar de empujarlos por la cañería", explicó Amstutz mientras presentaba la unidad que llevó a San Martín: "Cada camión cuesta 2,8 millones de pesos y hemos comprado seis: uno para el Este con sede en San Martín; otro para el Sur, con sede en San Rafael; el tercero para el Valle de Uco, en Tunuyán y los otros tres para el Gran Mendoza".
La totalidad de la red de cloacas de Mendoza es de unos 4.500 kilómetros, el 20% de ese total es de hormigón o asbesto cemento que está colapsado o susceptible de romperse.
"Son 1.200 kilómetros de cañerías de hormigón comprimido, que es la tecnología que había en los años 70; el problema es que con el tiempo los gases destruyeron el cemento de esas cañerías y han hecho que colapsen", explicó el titular de Aguas Mendocinas y cerró: "Es por eso que hoy hay un 50% de esos 1.200 kilómetros de caños en estado crítico, que tenemos que reemplazar y como esa tarea va a llevar años, vamos a usar este tipo de camiones para ir resolviendo los problemas más urgentes".