Un camión que transportaba troncos para los hornos de El Algarrobal protagonizó dos accidentes de tránsito en pocas horas. El primero ocurrió ayer por la mañana en Luján de Cuyo sobre ruta 40. Allí una camioneta lo chocó en la parte trasera y el conductor del vehículo menor debió ser hospitalizado. Seis horas después, el mismo camión volvió a ser noticia, esta vez porque terminó volcado adentro de una acequia de Guaymallén después de que se le cortaron los frenos.
La odisea para el camionero Roque Ortega (38) comenzó a las 6.30 de la madrugada aunque, en realidad, él, junto con su compañero Eduardo Álvarez (24), había salido una hora antes de su casa de Tupungato.
Cuando circulaba por ruta 40 -a la altura de la calle Olavarría- frente a la estación de servicio Mercosur de Luján de Cuyo sintió un golpe en la parte trasera de su camión, un Ford 800 cuyo semi iba cargado de madera.
Aunque frenó, el camión siguió su marcha varios metros hasta lograr detenerse completamente; sin embargo los conductores que circulaban de frente, luces mediante, ya le hacían saber a Ortega que algo andaba mal.
Una vez que el conductor estuvo abajo del camión vio una camioneta literalmente enganchada en la parte trasera del remolque.
Se trataba de una Ford Ranger de color gris que circulaba en el mismo sentido que él, es decir de sur a norte, y que era manejada por el gendarme Pablo Antesana (41).
El impacto fue tal que en el lugar debieron trabajar Bomberos del Cuartel Central para rescatar al efectivo. Para eso, la Ranger fue prácticamente desmantelada con herramientas hidráulicas.
Antesana fue trasladado al hospital Militar con traumatismos moderados, indicaron fuentes policiales.
Algunos efectivos que trabajaron en el lugar especularon con que el efectivo podría haberse quedado dormido.
El caso para determinar responsabilidades en el siniestro quedó en manos de la Oficina Fiscal 11.
Camino a Lavalle
Tras algunas horas de pericias, el camión fue liberado. Así Ortega decidió seguir su recorrido rumbo a los hornos de El Algarrobal, en Lavalle.
Así cuando se acercaba el mediodía y a poco de haber andado protagonizó otro episodio vial, aunque esta vez de un tenor menor al anterior.
Es que el camión circulaba por Bandera de los Andes cuando, casi en la esquina con Mitre, Ortega notó que no tenía frenos.
Tras advertir la situación y el tránsito de la calle, el conductor realizó una maniobra desesperada que llevó al rodado a terminar en la banquina.
En su paso hasta detenerse, el camión derribó un cartel lumínico y un poste de teléfono, situación que dejó a varios usuarios de la zona sin servicio. El desperfecto ocasionó que esa, finalmente, fuera la última parada del camión que no pudo llegar a destino.