Los 5 departamentos del Este muestran problemas con su red vial, tanto en las ciudades como en los campos hay decenas de calles y rutas que por falta de mantenimiento han acelerado su deterioro, pero en esta época del año es en los caminos productivos donde esas deficiencias conspiran en mayor grado contra el desarrollo de la región.
Rivadavia es uno de los departamentos más perjudicados y la información que maneja el municipio es que de los 111 km de rutas y caminos provinciales, más del 70% se encuentra en mal estado y necesita de arreglos. Es en contexto que el Concejo Deliberante ha declarado hace algún tiempo la emergencia vial en todo el territorio.
En estos años, el asfaltado de la calle Belgrano, los arreglos en el carril Moyano (ambos en el límite con Junín) y la esperada reparación de los 18 km de la ruta 71, tarea que sin embargo demandó cuatro años de trabajo, no alcanzan para equilibrar la balanza frente al pésimo estado que muestra las calles Falucho, Colombo y Almirante Brown, además de los reclamos por la ruta 62, por la calle Galigniana, y por el carril Florida, las calles Chilecito y Albardón, que forman el esqueleto vial que comunica a los distritos y a las zonas productivas.
"Las rutas son un desastre y están llenas de pozos; tengo un camión y tengo que trabajar, en esta época lo pongo para la cosecha, pero rogando no romper nada porque te quedás sin ganancias", dice Rubén, vecino de La Libertad.
En Junín, la calle Míguez une sectores rurales de ese departamento con San Martín y es uno de los caminos más transitados de esa zona productiva, entre las rutas 50 y 60. Su trazado corre de sur a norte y aunque resulta vital para la actividad económica de la región, es un camino olvidado por los sucesivos gobiernos desde hace unos 40 años. La falta de luminarias y señalización forman un combo peligroso, donde el carril se vuelve escenario habitual de accidentes.
La principal vía de Santa Rosa es la ruta 50, que corre paralela a la 7 y que cruza al departamento de este a oeste conectando a la mayoría de sus distritos. Al costado de ese camino se concentra la mayor parte de la actividad santarrosina, están las escuelas y los pueblos además de la mayoría de las tierras cultivadas.
Sin embargo y salvo por el tramo de 15 km que va de la villa cabecera a Las Catitas, el resto del camino, es decir más de 45 kilómetros están en malas condiciones. "Hay sectores realmente destruidos como el que va desde La Dormida a La Paz y lamentablemente no aparecen los recursos para la reparación, pese a que la obra forma parte del plan Vial 3 desde hace más de dos años", explicó el intendente Sergio Salgado.
En San Martín, los reclamos se concentran principalmente en los caminos al norte de la ruta 7 donde está la mayor parte de la zona productiva del departamento y aunque Vialidad ha venido trabajando en el bacheo de algunos caminos, el carril Montecaseros muestra todavía un largo tramo destruido, en cercanías de Tres Porteñas, un distrito netamente productivo. "Es más seguro andar por la banquina que sobre el camino; incluso es preferible andar a caballo si es que usted tiene uno", contó Ricardo, productor de la zona.
En La Paz, la actividad ganadera se ha convertido en el principal desarrollo económico y con 60.000 cabezas de ganado, el estado de los caminos y la infraestructura de servicios en los campos se vuelven vitales. En ese contexto y aunque la ruta 51 concentra la mayor parte del ganado paceño, el camino está en un estado lamentable, del que solo se salvan los primeros 25 kilómetros.
"Son algo más de 75 kilómetros intransitables hasta La Horqueta", explica Raúl Muñoz, desde el área de Obras y completa: "Solo se han compactado los primeros 25 km en una tarea que se financió con plata de Vialidad, de los ganaderos y de la comuna, pero de arreglar el resto del camino no hay noticias". En un tramo de esa ruta es precisamente donde el sábado se accidentó el intendente paceño Gustavo Pinto, que chocó con su camioneta y terminó en el hospital con doce puntos de sutura en la cabeza.