Del romance de Mendoza con el turismo, para no caer en términos de desarrollo, los límites se amplían sin dilaciones incorporando a la experiencia vernácula todas las aristas de la cultura y la idiosincrasia local.
Viene por el vino, quizá, se encuentran con excelsos caldos, con gastronomía que crece, con servicios que pujan por distinguirse y con paisajes inconmensurables, con una geografía inhóspita hecha vergel. Y desde hace algún tiempo, y con renovada fuerza, el arte ?en sus diferentes ramas- se amalgama con el turismo posibilitando a los visitantes descifrar las visiones que desde acá se proyectan al mundo.
La interacción del viajero se abre a nuevos significados, los que propone el legado cultural, sí, también las apropiaciones incalculables que sugiere el contacto con las producciones actuales, inabarcables, inacabadas. Entonces se multiplican salas de arte en espacios como bodegas u hoteles, se incorporan itinerarios por ateliers para propiciar el encuentro con el creador en su ámbito.
Desde la inauguración de Killka espacio Salentein donde vino, naturaleza y arte contemporáneo comulgan desde hace 8 años en un ámbito creado para tal fin, pasando por la magnífica cava de O Fournier, en la que extraordinarios exponentes foráneos se acercan o las muestras que cada temporada renueva Park Hyatt Mendoza, Bodega Trivento, Monteviejo, Navarro Correas, por dar ejemplos, la amalgama con el turismo no para de crecer.
En este sentido no hay que olvidar los aportes de Música Clásica, Tango por los Caminos del Vino y la magna Fiesta Nacional de la Vendimia.
Sin embargo, cabe aclarar que en esta nota nos detendremos en particular en las ventanas que abre el sector privado, que ve a alguna manifestación artística, como en otras partes del orbe, como una forma de promover el negocio, de agregar valor y en especial sello propio.
Por ejemplo, ante la homogeneización de estilos en alojamientos, especie de no lugares muchos de los cuales pueden estar recortados de cualquier latitud del planeta (el caso más mentado son los resorts o las réplicas de las grandes cadenas hoteleras), que también pueden trasladarse a ciertas alternativas mendocinas, la singularidad que le aportan las pinturas o esculturas de los habitantes funcionan como eje articulador del destino. Además claro, de la posibilidad de brindarle al artista un público más amplio que incluso, adquiere sus obras.
"Desde su apertura en 2001, los dueños de Park Hyatt Mendoza decidieron realizar un importante aporte al desarrollo de la cultura al incorporar a su colección permanente numerosas obras de 24 artistas plásticos de cuatro generaciones de mendocinos.
De Julio Le Parc, Fernando Hocevar, Eduardo Dolengiewich o Carlos Ercoli, son sólo algunos de los más de 650 cuadros, esculturas, fotografías, cerámicas y platería que pueden encontrarse en el hotel" cuenta Soledad Mallar Subgerente de Marketing y Comunicaciones. Además, Park Hyatt posee una galería de arte que se renueva cada 3 meses y está a cargo de la curadora Cecilia Romera. Se hace una exhaustiva búsqueda de artistas vernáculos, quienes trabajan en nuevas y exclusivas obras para la inauguración de la muestra.
Las piezas están expuestas para los huéspedes y público general las 24 horas "generalmente, siempre se venden al menos 3 o 4 obras de cada artista, y además, Romera tiene preparado un Tour de Arte para los turistas que deseen recorrer los ateliers más reconocidos de la provincia. Por otro lado, la exposición permanente que posee el hotel, es la más grande de su tipo en Mendoza, y esto también despierta el interés de los visitantes que consultan sobre cómo adquirir las obras" afirma Mallar. www.mendoza.park.hyatt.com
Cecil Adam, socia propietaria de Entre Cielos, asegura que desde el lujoso alojamiento han apostado a la sinergia convencidos de que la cultura y la educación merecen un sitio destacado en sus acciones. Es así que la semana anterior inauguraron la galería de arte con la muestra Con Texturas (contenturas) que permanecerá hasta el 15 de junio con las obras de Martin Vilallonga (Pinturas); Tachuela D'Elía (Esculturas) y Agustina Argerich (Joyas).
Distribuidas en el precioso jardín, el restaurante y áreas comunes, el recorrido propone interacción con el entorno, nada casual, el reflejo de una Mendoza contemporánea. Mauricio Runno -curador- aseguró que "el debut no ha podido ser más que auspicioso. No sólo hemos conseguido vender dos obras, sino que además vinculamos a uno de los artistas con un centro de joyería en Estambul. Ambos hechos nos confirman que estamos en el camino correcto.
Y es lo que profundizaremos: ofrecer al viajero una experiencia muy profesional, seria y divertida, con el arte que se produce desde esta región del mundo".Visitas 'Con Texturas' cada jueves y domingo de 12:30 hasta las 18. arte@entrecielos.com; www.entrecielos.com
Por primera vez Bodega Melipal se sumó a la tendencia de incorporar expresiones artísticas entre viñedos y lo hizo a través de Carlos Chazarreta. Herrero de profesión realiza trabajos para la bodega y en sus ratos libres, o esos que sugiere el ánimo, se revela y crea magníficas piezas con chatarra, esas que hasta hace unos días solo veían amigos y familiares.
"Chispas" es la muestra que lo lanza en Mendoza a un nuevo mundo, el que conoce en la intimidad y que se anima a pisar puertas afuera. Un sin fin, patines de frenos o una bomba de agua algunos de los elementos que pasados por su sus manos ayudan a reflexionar sobre la existencia misma. Así la casa vitícola da nuevas excusas para que el viajero que llega por sus caldos o la excelsa gastronomía de Lucas Bustos, ahora se deleite con Chazarreta. Visitas: www.bodegamelipal.com; 0261 368-9780.
Tours de arte
Alcanza con recordar todos los trayectos por grandes urbes o afamados museos donde se anhela el rescate de los patrimonios universales pero también la particular conexión con los modos de hacer de cada destino en singular, para saber que el turismo no está peleado con las manifestaciones artísticas. A modo de reservorio creativo, y una sapiencia artística dada por los que marcaron el camino, Mendoza esgrime su producción y acrecienta el vínculo.
Luciana Cerutti, de Ketek Eventos y Turismo, cuenta que sus "pasajeros disfrutan del arte local en itinerarios por las rutas del vino, recorriendo ateliers en los que los reciben los propios artistas y enseñan sus técnicas. Visitan bodegas con muestras y galerías de arte, como así también pueden experimentar pintar su propio cuadro".
Romanella Piaggi, de la misma agencia, dice que "en cuanto a la cantidad de hoteles y bodegas que hoy ofrecen alguna propuesta de arte algunos lo hacen por moda, replicando el modelo exitoso del vecino. Esto es válido y suma en ambos sentidos: para el visitante y el artista. En nuestro caso el objetivo es potenciar la difusión de las producciones culturales mendocinas de la mano de la vedette que es el vino".
En el mismo sentido Marcelo Navarro, propietario de Hon Travel, explica que la conexión con los vinos es fundamental y que para sus Art Tour contrata una curadora que oficia de guía por distintos ateliers. En cuanto al nicho de mercado Navarro dice que "no está bien desarrollado y aún no se lo tiene en cuenta seriamente.
Desde hace varios años vimos la veta y tratamos de ofrecer este producto entre nuestros pasajeros porque los extranjeros compran arte" aunque aclara que no todos los hacedores están preparados para recibir este tipo de visitantes.
Celina Dell'Isola, Fernando Rosas, Federico Arcidiácono, Luis Bataglia, Liliana Herrera, Enrique Testasecca, Marita Lavoisier, Rodrigo Scalzi, Sergio Roggerone, por nombrar a algunos, integran circuitos turísticos con mote de exclusividad o sin ella, como tantos otros artistas emergentes que se abren a la novel interacción. El escenario de alojamientos, cavas o salas de arte de bodegas contribuye a la sinergia amplificando las potencialidades de un mercado que tiene mucho camino por recorrer.
