"Elegí el ciclismo porque ya había probado con otros deportes, había hecho patinaje artístico -durante 4 años- y desde pequeña había visto a mis papas hacer deportes de aventura: ciclismo, running, windsurf, natación y motociclismo, etc.", le cuenta a Más Deportes Camila Samsó; la ciclista sanrafaelina de 16 años, que forma parte del programa de Selección de atletas para los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
“Un día quise correr un triatlón con una amiga, cuando lo hice conocí a otras chicas que lo practicaban y también a su entrenadora, Romina Gutiérrez; me encantó como deporte. Me enteré de los Juegos Evita 2015 y como el ciclismo era, de los tres deportes del triatlón, el que más me gustaba decidí ir a competir. Clasifiqué a la final de Mar del Plata y al ganar la medalla de bronce en 500 metros de partida detenida me convocaron a mi primera concentración con la Selección. Desde entonces, deje el trial y empecé a entrenar para mejorar en la bici”, sostiene la mendocina que en marzo integró el Team albiceleste en el Panamericano de mountain bike en Paipa, Colombia.
“Representar a Argentina creo que es el mayor sueño de todo deportista, creo que soñamos con defender la camiseta en los Juegos Olímpicos... en un Panamericano. Cuando la vestí por primera vez fue en el Panamericano 2016, fue una sensación hermosa, la gente no me gritaba por mi nombre sino por mi país, sentí que ya no pedaleaba por mi... que lo hacía por mi país, el lugar que tanto amo ya que en la escuela en la que me enseñaron a amar a mi bandera, a cantar con orgullo el himno y a sentirme feliz de ser argentina a pesar de los desacuerdos políticos o cualquier otra cosa”.
Una felicidad inexplicable
“La primera vez que caí en la cuenta de lo que era tener la camiseta argentina fue cuando viaje por primera vez como Selección al exterior, a Brasil y recuerdo que mi papa me tenia que llevar al Cenade, en Buenos Aires, y desde ahí nos íbamos a Ezeiza. Tuvimos que pasar a buscar, en el camino, la ropa de la Selección por la fábrica de Coach, cuando la cargamos en el auto, no me aguantaba la ansiedad de abrir las bolsas y mirar como era. Cuando nos la repartieron, corrimos a la habitación y nos la probamos; ese momento en que me puse el enterito de contrarreloj no me lo voy a olvidar nunca, era el mismo que habían usados los más grandes en el Mundial, sentí mucho orgullo y una felicidad inexplicable por vestir esos colores durante todo el viaje, y mis compañeros también ya que ninguno se sacaba la remera o campera”, explica la deportista que siguiendo a su papás en las actividades aventura había aprendido atletismo, triatlón y ski.
“Tengo muchas expectativas en la preselección de los Juegos Olímpicos 2018 porque mis directores técnicos me han dicho que voy a ser convocada a muchos viajes este año; y a pesar de que no llegue a quedar seleccionada, para competir en los Juegos de Buenos Aires, voy a haber disfrutado y vivido experiencias que son únicas. Pero mi sueño es ir a los Juegos, tengo mucho que aprender pero también soy muy decidida”, señala la sanrafaelina que este año finalizó tercera en la Copa Lippi Cannondale, en Chile.
“Como persona y deportista podría decir que soy muy decidida y también perseverante, si quiero algo no para hasta lograrlo, siempre busco dar lo mejor de mi y por sobre todo ser feliz”, detalla la ciclista que se dedica a cultivar tres especialidades; como alumna del multifacético Juan Pablo Radys (mountain bike), Víctor García y Mauro Rodríguez (modalidades de pista y de ruta).
Parece lejano aquel momento en que ella compitió por primera vez, “Mi primera carrera en bici fue en San Rafael, la corrí formando una dupla con mi hermana y ganamos. Fue una experiencia hermosa, no solo porque lograr el podio, sino porque nos apoyamos y compartimos nuestros miedos, nos íbamos ayudando en las partes que le costaban a la otra y compartir mi primera carrera con ella creo que fue lo mejor me pudo pasar”, concluyó Camila Samsó.
"No es fácil, el camino que elegí es el correcto"
“Un logro en equipo” no es tan solo un slogan para los mejores 530 atletas juveniles de nuestro país, sino una manera de hacer las cosas camino a cumplir su sueño de representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Camila Samsó participó en el Campus 2018 (educativo, deportivo y evaluativo), organizado por el Enard. Allí, la ciclista sanrafaelina descubrió una historia que la marcaría: “Un personaje al que admiro... lo conocí en el Campus 2018 y del cual pude hacerme amiga. Su nombre es Rodrigo López, es campeón del mundo en ciclismo de pista y es discapacitado”.
“Él me contó que cuando nació era un chico normal, pero luego le dio un síndrome por el cual fue perdiendo sus sentidos. Con su dedicación y esfuerzo pudo volver a caminar y recupero la vista, pero ahora es sordo y tiene algunos problemas motrices”.
“El desde que nació supo que amaba el ciclismo y sus problemas no los tomo como tales, cuando iba a competir en ciclismo la gente le gritaba ‘Para que venís, no ves que molestas, no podés hacer esto’. Y le decían muchas otras cosas feas pero esos comentarios nunca lo frenaron y hoy es un grande del ciclismo”.
“En un mundial de pista largo una contrarreloj (prueba individual en la que se toma el tiempo) y se cayó, no quiso ir a la ambulancia, ni que le pusieran hielo, ni nada”.
“Él quiso volver a largar. Sus ganas lo llevaron a ser campeón y así motivo a todos los que estaban en la pista. Él es mi ídolo, porque no solo es un genio en el ciclismo y persevera, sino porque tiene una humildad que nunca se la he visto a nadie”.
“Me gustan las frases, los libros y videos para motivarme. En el libro ‘Corazón de Rey’, de Maravilla Martínez, está la frase con la que me sentí más identificada: “se que el sueño que sigo no es fácil, pero se que el camino que elegí es el correcto, me lo dice mi corazón cada noche antes de cerrar los ojos (...) no nací para mendigar yo nací para pelear”, relató Camila Samsó.