Por estos días, Lavalle vive la euforia de haber llegado a la cúspide de la Vendimia Nacional 2015. Tener la Virreina Nacional y luego de 45 años del festejo que ameritó tener nuestra segunda Reina en la historia de la fiesta mayor, no es poca cosa.
Camila Sol Morales ha tenido en este caso la responsabilidad de traer tamaña alegría al pueblo de Lavalle. Una multitud comparte su felicidad.
A mí me ha parecido oportuno destacar que, más allá de toda celebración, esto fue posible por la belleza y la simplicidad, por “ese ángel” especial que posee Camila; pero también por la valentía que tuvo para encabezar esta representación de la mujer lavallina.
Más allá de los detalles que rodean a este tipo de eventos, la joven se atrevió a enfrentar el desafío de representar a un departamento.
Por ende, a través de esta columna de opinión pretendo reflejar que Camila se suma a las mujeres ejemplo que ha tenido Lavalle. Esto sin dudas debería pasar a ser un espejo en el que se refleje que el feminismo tiene su lugar en esta geografía del norte mendocino.
Seré breve: Lavalle tiene sobrados ejemplos de mujeres protagonistas y esto debe servir de imagen para otras muchas damas lavallinas por nacimiento o por adopción. Comprender que son capaces de ser “más”, de crecer y de aportar al crecimiento de Lavalle.
Por eso Camila merece el mejor de los afectos, por lo que deja como enseñanza hoy, y en representación, además, de otras mujeres que dejaron huellas de su accionar; en ocasiones con mayor popularidad, y con menor exposición en otras. Han sido tantas, que detallar una nómina me llevaría a errar por omisión aunque no puedo obviar algunos casos especiales: tener la primera intendente del país en la figura de doña Teresa Camarasa de Appugliese; una Reina como Violeta Mighetto, con el tiempo madre de otra Reina Vendimial (aunque por Guaymallén); Nora Pringles, a quien hasta la fecha los más veteranos comunicadores la recuerdan de manera especial; Amanda Bosella, Virreina por Lavalle en 1961; Evelin Ramírez, quien defendió la vida: defendió a su hijo y demostró que es posible la maternidad de una soberana vendimial.
Siguen ejemplos de mujeres a las que he visto ser activas participantes en instituciones locales, en la actividad política, en la educación o al frente de empresas o emprendimientos.
Vale entonces reiterar el desafío que dejaron abierto tales mujeres en otros momentos... y en particular el que deja Camila en la actualidad: es posible cuando se acepta el desafío, cuando no existe miedo a perder, cuando se tiene y se porta con orgullo "ser lavallina". O "ser lavallino", porque esto también lo creo válido para la capacidad masculina de esta tierra.
Alfredo A. García Demartos - DNI 7.840.223
