Camila Morales, la bella lavallina que supo conquistar a los mendocinos y así convertirse en Virreina Nacional 2015, entrega esta noche la corona departamental. Según señala, fue allí donde más cosas pudo hacer. Inclusive, trabajó en un proyecto para luchar contra el maltrato durante el noviazgo adolescente.
El año de reinado ha dado sus frutos y se muestra más desenvuelta al hablar. “Crecí en cuanto a las relaciones sociales. No sé cómo me animé a ser reina, porque siempre he sido una persona muy tímida”, destaca.
Reconoce que nunca imaginó que llegaría a convertirse en virreina nacional, pero agrega: “Sí lo soñé de alguna manera”. Cree que las demás reinas departamentales que participaron en la elección eran “todas lindas e inteligentes” y que “se merecían ganar”.
Y, a pesar de que es evidente el orgullo de haber representado a la provincia, deja en claro que su sentimiento más fuerte sigue estando en el lugar que la vio crecer, al decir que “el honor más grande fue representar a Lavalle”.
Cuando se le propone definir qué es para ella la Vendimia en una palabra, elige "los trabajadores", ya que "son ellos los protagonistas". Sin embargo, considera que "no es sólo la culminación de un año de trabajo y esfuerzo, sino una fiesta que nos identifica a todos los mendocinos".
Contra la violencia
Como desde la provincia no se la hizo partícipe en muchas actividades, Camila trabajó principalmente con el área de Turismo de su departamento.
La morocha presentó un proyecto en la comuna para dar una charla sobre la violencia en el noviazgo adolescente. "La organicé con Claudia Péchere, que fue profesora mía en el secundario. Con ella vimos el tema de trata y fue el mismo año que desapareció Johana Chacón", detalla.
Asimismo, le pide a la gente que sea más cuidadosa cuando opina sobre las reinas en las redes sociales: “Empecemos por no degradar a una reina porque no nos gusta si podemos alentar a la que queremos que gane”.
También realizó actividades junto a la Comisión de Virreinas Nacionales de la Vendimia (Covinave), colaborando con un proyecto sociocomunitario llamado Manitos a la Obra, ubicado en La Polvosa. “Llevamos guardapolvos y dulces. Y, como justo habían desvalijado a una familia, les conseguimos ropa y otras cosas que necesitaban”, comenta.
Más candidatas
El hecho de que Camila haya sido Virreina Nacional entusiasmó a las lavallinas, ya que este año se han presentado más aspirantes al cetro departamental.
A ellas les sugiere “disfrutar con buena energía” ya que siempre va a haber “gente que esté de acuerdo y gente que no”. Además, a las reinas departamentales 2016 les recomienda “disfrutar de cada una de las actividades y no dejarlas de lado por pensar en la competencia”.
También convoca a las reinas a que “si pueden hacer algo por la sociedad, lo hagan” y destaca la tarea solidaria que ha realizado Rocío Tonini Valdivia, Reina Nacional 2015: “La aplaudo por eso”.
No obstante, reconoce que hay una falsa creencia en la gente de que las soberanas tienen “llegada a ciertas cosas que en realidad no”, por lo que no depende de ellas poder ayudar todo lo que quisieran.
Camila tuvo una linda relación con la virreina departamental, Rocío Ciccarelli, y asegura que “se ha portado muy bien conmigo”.
La despedida
Al pueblo de Lavalle le agradece por haberle permitido vivir “un año hermoso” y asegura que intentó representar a gente “humilde y trabajadora”.
También recuerda con especial cariño “a todas las reinas mandato cumplido” del departamento y a los habitantes de El Chilcal, distrito al que representó el año pasado: “Ellos se unieron para acompañarme”.
Su agradecimiento se hace extensivo a la persona que se hace responsable de acompañar a las reinas de ese distrito, Mirta Lucania, de quien destaca que “trabaja mucho” junto a las chicas.
