Cambios con sello deportivo

Cuando MINI renació, de la mano de BMW, en 2001, era difícil pensar en una gama de vehículos que fuera más allá del formato clásico del MINI Cooper. Sin embargo, al poco tiempo de su relanzamiento, anunció que iba a ofrecer una familia de varias carrocerías. Primero aparecieron el Cabrio y el Clubman, que tenían lógica ya que existieron arquitecturas similares en el pasado.

Pero después llegaron las verdaderas novedades: el Countryman, el Coupé y el Roadster, modelos que mantienen guiños estéticos con el pasado pero que cuentan con estilos inéditos. Y como si fuera poco, ahora nace el Paceman, el vehículo que hasta ahora menos tiene que ver, al menos en materia de estilo, con la creación de Alec Issigonis a fines de los años 50.

El Paceman toma como base al Countryman, de hecho su carrocería es un poco más larga. Pero su arquitectura es bien distinta. Así como han aparecido "cupés de cuatro puertas" o "4x4 cupés", MINI da un giro más con este concepto. Sus dos puertas laterales le dan formato de cupé pero su figura no es tan voluminosa como la de un SUV. Lo más llamativo es la caída del techo hacia el sector trasero, que junto con la línea de cintura que se va elevando, terminan por achicar desde adelante hacia atrás la superficie vidriada lateral. Esto le otorga un claro corte deportivo.

En materia de diseño, el Paceman también marca diferencias dentro de la gama MINI, todas agrupadas en el sector trasero. Por primera vez, los faros tienen una disposición horizontal y ocupan parte del portón trasero. También debuta en la marca la inscripción del nombre del modelo sobre el portón trasero.

Mallorca, España, fue el lugar elegido por MINI para el lanzamiento del Paceman. Allí se pudo manejar la versión Cooper S, equipada con un motor 1.6 litros, sobre alimentado con turbocompresor, que entrega 184 caballos de fuerza. Se trata de un propulsor conocido, ya que se utiliza en los otros modelos de la marca, por su energía y su poder de reacción en los rangos bajos y medios de revoluciones. Se caracteriza además por su nervio y su rápida respuesta en cada aceleración.

Su socia ideal es una caja manual de seis marchas, que cuenta con una selectora precisa y de recorridos cortos. Con esta combinación el Paceman puede moverse con mucha agilidad. La diferencia de peso que hay respecto del MINI convencional (algo más de 160 más pesado es el Paceman) se pueden apreciar pero son mínimas. Los números también lo reflejan: en aceleración de 0 a 100 este nuevo modelo es medio segundo más lento y utiliza 0,3 l/100 km más en un consumo promedio.

Donde también se diferencia es en el comportamiento de marcha. No es el "karting" del MINI convencional ni muestra ciertas oscilaciones de carrocería que sí apreciamos en el Countryman. La respuesta del Paceman es intermedia, sin perder el sello deportivo tan característico de la marca, lo que le permite entregar un confort de marcha más que aceptable.

Su interior está pensado para cuatro ocupantes y así su espacio es lógico. Personas muy altas viajarían incómodas en las plazas traseras. El acceso a las plazas traseras no es más complicado que en otros modelos cupé.

El Paceman estará disponible en el país a partir de setiembre. Llegará en variantes de tracción delantera y de doble tracción. Su precio se ubicará a penas por arriba del Countryman, que hoy arranca en $ 201.600.