“Todo concluye al fin. Nada puede escapar”, sostiene el primer párrafo de la canción “Presente”, del mítico grupo argentino Vox Dei. Algo de esto ocurrirá próximamente con los PIN de validación de compra ubicados en el dorso de las tarjetas de débito y crédito.
¿Por qué? Un banco británico seleccionó a 200 clientes para que prueben unas nuevas tarjetas de débito que cuentan con un lector de huellas digitales.
El banco en cuestión se llama Natwest y pretende prescindir del PIN que las entidades financieras y comercios utilizan hasta el momento como elemento de seguridad.
El lector de huellas incorporado a estas tarjetas de débito --la verdadera revolución tecnológica-- fue diseñado por Gemalto, una empresa internacional de seguridad digital que proporciona aplicaciones de software, dispositivos personales seguros como tarjetas inteligentes y tokens, entre otros.
Gemalto, el mayor fabricante mundial de tarjetas SIM en la actualidad, ya realizó pruebas similares en Italia a fines de diciembre pasado y piensa vender esta tecnología o bancos y entidades financieras que quieran adoptar esta nueva tecnología.
Las tarjetas combinan el uso del pago contactless vía NFC con huella dactilar a partir de su lector incorporado.
Mediante su uso, los usuarios ya no deberán marcar el PIN (los números de seguridad ubicados detrás de la tarjeta de débito) o firmar para validar la compra. Simplemente deberán apoyar su dedo sobre un lector de huellas digitales.
Los 200 clientes seleccionados por la entidad financiera británica -creada en 1968 por la fusión del National Provincial Bank y Westminster Bank- podrán comenzar a usar la tarjeta a partir de mediados de abril.
Para las pruebas, Natwest estableció como límite de pago 30 libras esterlinas en el Reino Unido, equivalentes a unos 39,39 dólares (o 1.621 pesos argentinos).
Adiós hackers y amigos de lo ajeno
Los datos de identificación de la huella se almacenan de manera local en la tarjeta. De esta forma, ningún hacker puede robar esa información a través de la base de datos del banco.
En caso de robo del plástico, el delincuente tampoco podría utilizarla luego ya que para validar la compra necesitaría de la huella dactilar del usuario.
Actualmente, el pago de servicios mediante huella dactilar o reconocimiento fácil es algo común con pagos vía smartphones, donde la tarjeta del usuario ya se encuentra registrada y solo se debe utilizar la huella para pagar.
El objetivo de este tipo de tarjetas es incrementar la seguridad debido a que el PIN puede ser obtenido por cualquier persona que mire cuando el usuario lo introduce a la hora de pagar. Con la huella dactilar, la situación se le complica.
¿Cuáles son los problemas a superar?
Hasta el momento, esta tecnología no ha llegado a implementarse en las tarjetas, pese a que se realizan periódicamente pruebas desde hace unos cuatro años.
¿El motivo? Para registrar cada tarjeta, los usuarios deben visitar al banco para grabar la huella, haciendo el trámite algo engorroso. En cambio, mediante el uso de los smartphones todo se simplifica debido a que los dispositivos cuentan con lector de huellas incorporado.
No obstante, Natwest confirmó que espera lanzar en el futuro una versión que permita a sus clientes registrar su huella a través del lector de huellas del dispositivo móvil.
La tecnología aún no se encuentra disponible en la Argentina. Pero, como sucedió con las tarjetas con chip, el roll out será progresivo a medida que la tecnología esté probada.