Los cambios en el impuesto a las Ganancias y asignaciones familiares alivian la situación social de Mendoza en un año crítico, que seguramente marcará cuán profundos serán los logros del nuevo programa económico.
Comenzando por Ganancias, debe destacarse que el marco normativo del impuesto había adquirido un caos inédito. En el año 2013, el decreto 1.242 creó un sistema fragmentado de manera absurda e inicua (2 trabajadores idénticos, con igual salario, eran tratados totalmente diferente en función de su nivel salarial en el año 2013). Los recientes anuncios auguran un sistema más ordenado, equitativo y razonable (aunque aún restan ajustes imprescindibles en las escalas del impuesto).
El desorden normativo era tal que (sumado a cierta improvisación oficial en los anuncios) resulta aún confuso saber cuántos trabajadores salen o ingresan del impuesto. No obstante, lo cierto es que, en promedio, quienes pagaban tendrán sensibles caídas en sus niveles de presión tributaria.
Analicemos el alcance en Mendoza.
En la Provincia existen unos 500.000 trabajadores formales (entre asalariados públicos, privados y autónomos), de los cuales alrededor de 35.000 tributaban el impuesto a las Ganancias. Estos contribuyentes se verán directamente beneficiados ante una menor presión tributaria, que en promedio mejorará sus salarios en $ 3.000 por mes (mejora salarial promedio en Mendoza, la magnitud particular depende de cada caso).
El segundo anuncio relevante fueron los aumentos en las asignaciones familiares por hijo para trabajadores en blanco, y la actualización de las escalas en los 4 grupos de ingresos familiares que determinan los montos de asignaciones por hijo.
Esta medida permitirá que mayor cantidad de niños ingresen al sistema y que aumenten sensiblemente las transferencias por hijo (debido al mismo aumento en asignaciones pero también por re-categorizaciones).
En Mendoza, estos cambios generarán que unos 44.000 chicos y jóvenes comiencen a recibir asignaciones familiares al ampliarse el límite máximo de ingresos familiares de $ 30.000 hasta $ 60.000 mensuales. Por otro lado, más del 60% de los niños y jóvenes se situará en las escala de mayores asignaciones ($ 966 mensuales, aumentando la asignación en promedio $ 500 por hijo).
Tercero y último, se incrementó un 15% la asignación universal por hijo (AUH), pasando de $ 837 a $ 966. Esta medida impacta directamente sobre los 163.700 chicos, jóvenes y embarazadas que se encuentran en el programa en Mendoza.
Dimensionando impactos
Una estimación "estática" del impacto de los anuncios permite aproximar que las modificaciones en Ganancias aumentarían los ingresos familiares durante el mes de marzo en alrededor de $ 110 millones (en familias de mayores ingresos); por su lado, los aumentos y re-categorizaciones de las asignaciones familiares (y AUH) permiten mejorar los ingresos de las familias de ingresos medios y bajos en $ 90 millones aproximadamente, también durante marzo. En definitiva, las transferencias son más que relevantes ya que (anualizadas) equivalen a poco más de un punto del PBG (1,1%).
No obstante, el optimismo debe ser moderado, ya que en forma conjunta a estos beneficios se generarán los ajustes tarifarios (aunque no para quienes cobran AUH).
Por otro lado, las paritarias pronto volverán a mover el tablero, la presión tributaria del impuesto a las Ganancias aumentará, se generarán nuevas re-categorizaciones en las asignaciones familiares y los beneficios se sentirán menos hacia mediados de año. Sin embargo, en el corto plazo las medidas configuran un respiro muy importante y estratégico para el Gobierno de cara a las complejas negociaciones salariales que se avecinan.