Se esperaba que el gobernador Francisco Pérez fuera quien hablara con la prensa, pero el que apareció fue el ministro secretario Legal y Técnico Francisco García Ibáñez, quien fue el encargado de anunciar movimientos en el elenco del gobernador, movimientos que se concretarán el lunes. El ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, se va por razones “profesionales y particulares”; el de Hacienda, Marcelo Costa, dejará su cartera para ocupar la de Barg y en la cartera de los números irá Juan Antonio Gantus.
A priori el gran ganador de la mañana de ayer fue Gantus, quien hasta el lunes es el subsecretario de Hacienda. Este funcionario de bajo perfil y buen diálogo con la oposición fue ascendido a ministro y ese ascenso, en buena parte, tiene que ver con el papel que desempeñó en la complicada aprobación del Presupuesto 2014.
En algún pasillo se escuchó decir que Gantus “se lo ha ganado”. Es que el contador hasta ahora subsecretario tiene militancia política en el sector azul y viene de la Legislatura provincial. Fue diputado entre 2006 y 2010, presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de esa cámara y, concluido su mandato, secretario del bloque del diputados del PJ. Es decir, tiene un roce político que le permite ejercer el rol de componedor.
El propio Gantus blanqueó esta situación en su presentación: “Lo que se nos ha pedido es trabajar mucho con los consensos, con todos los sectores”.
La frase de Gantus parece de manual de diplomacia política, pero adquiere significado cuando se piensa en el perfil confrontativo de Costa, un francotirador de los números, que muchas veces generaba peleas donde no debía haberlas.
Hay quienes juran que Costa pidió ir a otro lugar, en busca de construir otro perfil político, en un ámbito donde no se viva a diario la disputa por el vil metal. Los cercanos dicen que quiere construir un perfil más propositivo acorde con sus aspiraciones de acá a un año. Costa quiere probarse el traje de candidato a gobernador del peronismo.
Pero también es cierto que, luego de la eterna discusión con el radicalismo por el presupuesto, que consumió siete meses de este año, Costa quedó muy desgastado hacia afuera y también hacia adentro del Gobierno. De hecho, muchos le adjudican ser uno de los principales responsables de no haber logrado el acuerdo antes. También se lo señala como el padre de la “reconducción” presupuestaria, esa ley que terminó en la Suprema Corte y con un fallo inicial adverso a la toma de nueva deuda.
Con el cambio, Costa perdió el poder de la birome que firma el destino de los recursos del Estado, aunque puede haber ganado llegada al territorio: con el nuevo cargo podrá recorrer la provincia, tendrá contacto con distintos sectores productivos y tal vez pueda sostener sus aspiraciones políticas.
Hablando de motivaciones, nuevamente la frase de Gantus sobre "trabajar mucho con los consensos" adquiere nuevos significados.
Si el ascendido Gantus parece el ganador y Costa parece haber perdido algo de terreno, el que más perdió con estos cambios es Barg, cuya relación con Pérez se había desgastado. De ser ministro pasó a dirigir dos organismos de importancia relativa y bajo el mando político de Costa: será presidente de Cuyo Aval y Mendoza Fiduciaria.
Funcionalmente, los dos organismos son presididos por el ministro de Agroindustria. Ahora será un ex ministro el que presida. Otra cosa que juran sus laderos es que en sus nuevas funciones deberá estar en permanente contacto con los bancos Nación y Supervielle, que son “socios protectores” de Cuyo Aval. Entonces, dicen que estos cargos lo obligarán a estar “tres días en Mendoza y tres en Buenos Aires”, trajinando oficinas nacionales.
Sin embargo, más allá de los juramentos, el futuro de Barg parece incierto. En su entorno aseguran que el futuro ex ministro está evaluando propuestas del sector privado y del Gobierno nacional.
En los últimos tiempos corrían versiones que ponían al ex hombre del Banco Mundial en el Banco Central, cerca de Juan Carlos Fábrega; esas versiones ayer no fueron ni mencionadas. En este caso, el silencio también es un dato significativo, más teniendo en cuenta que el futuro de Fábrega también se ha vuelto incierto por su pelea con el ministro de Economía nacional, Axel Kicillof.
Deuda: en el Gobierno esperan un nuevo perdón
Curioso que el anuncio del cambio de nombres en dos carteras no haya incluido la típica pregunta acerca de los desafíos que las nuevas tareas que los tres protagonistas de ayer se propondrían. Apenas terminó el anuncio de Francisco García Ibáñez, la prensa convocada en Casa de Gobierno se enfocó en la deuda de la provincia con el Estado nacional y la exclusión de Mendoza de la refinanciación de esa acreencia.
Sin perder las formas de manual de diplomacia, García Ibáñez y Costa se mantuvieron en una posición: “Estamos esperando la segunda etapa anunciada por Capitanich”.
Mendoza, junto a Neuquén, Chubut y Río Negro, no lograron la reestructuración de sus deudas con la Nación, medida que en los hechos es una condonación parcial de las acreencias. Pero, esta vez, las cuatro provincias que se resisten a la nueva ley de atracción de inversiones que redactó el CEO de YPF, Miguel Galuccio, no fueron tenidas en cuenta para el beneficio y todas las especulaciones indican que la exclusión es un apriete de la Casa Rosada.
Sin embargo, García Ibáñez y Costa se mantuvieron dentro de las buenas maneras. Recordaron que Capitanich dijo que habrá una segunda etapa de firmas para adherir a la refinanciación, aunque no hay aún fecha.
“No hemos tenido noticias de enojo. De lo que sí hemos tenido noticias es de que hay distintas etapas dentro del plan y será el Gobierno nacional el que disponga, no la Provincia. Va a haber una segunda etapa, esperamos estar”, decía esperanzado García Ibáñez. A su turno, Costa decía que se ha cumplido con todas las condiciones técnicas para entrar en la refinanciación.
Tampoco se sabe si habrá descuentos parciales de las remesas de la coparticipación. Voceros de Hacienda indicaban que en las remesas de ayer no hubo descuentos, por lo que la Nación no empezó a cobrarse los 80 millones correspondientes a vencimientos del tercer trimestre. Cabe recordar que la refinanciación se firma trimestralmente. Mendoza ya zafó de 160 millones de pesos (dos trimestres) y quedan otros 160 millones (80 por cada uno de los trimestres que faltan).
