El atacante paraguayo Roberto Ovelar le puso punto final a su carrera en el Junior de Barranquilla tras los problemas extrafutbolísticos con su compañero Teófilo Gutiérrez. El goleador que jugará en Millonarios, de la misma liga, acusó al ex River, Racing y Central de "intentar conquistar" a su mujer, Gladys Ortega. Fue luego de que ella le confesara que recibió "insinuantes mensajes" en su cuenta en Instagram.
El delantero y su mujer Gladys cumplieron 10 años de casados. Ambos son paraguayos y se conocen desde que ella tenía 9 y él 16. Según las declaraciones de la mujer a El Heraldo, de Colombia, la pareja se enviaba "mensajes de amor" desde que ella tenía 13 años, y al cumplir 16 se casaron con el consentimiento de sus padres. Roberto, por entonces, tenía 23.
Según reveló el delantero guaraní Teo le envió mensajes a su mujer y, cuando los vio, intentó arreglar las cosas. Sin embargo, Gutiérrez culpó a su Community manager de ser el autor de dichos mensajes. Pero este, una persona conocida por Ovelar, desmintió las acusaciones y dejó en evidencia al exdelantero que salió campeón de América en River.
Ovelar, un atacante surgido en Cerro Porteño, decidió entonces emitir un comunicado para anunciar su salida del conjunto rojiblanco y dar por finalizado el tema. En el mismo, se mostró agradecido por el afecto del público y expresó su cariño hacia el club barranquillero. También se molestó con la prensa colombiana, acusando a los periodistas de realizar "un manejo desmedido" de la situación vivida.
"La prensa escrita, personas ajenas a mi entorno y perfiles en redes sociales, han calumniado, difamado y manoseado mi nombre y el de mi familia, dando suposiciones y conclusiones apresuradas. Mancharon la dignidad de mi esposa y -sobre todo- no midieron las consecuencias para con mis hijas".
"Mi esposa recibió una solicitud de mensaje por una cuenta oficial de un compañero de equipo (Teófilo Gutierrez). Luego, yo me acerqué muy amablemente y le mostré el mensaje que había llegado. Pero me manifestó que no fue él, sino que tiene una persona que le maneja las redes sociales por falta de tiempo".
"Días siguientes, esta persona (por el Community manager), a quien conozco hace unos años, se mostró sorprendido y basándose en sus valores y ética profesional me comenta que no fue él quien escribió este mensaje. Hasta hoy la situación nunca quedó clara y jamás hubo intención adecuada de la otra parte para aclarar la situación".
"En mi caso, me sentí ofendido, porque considero que para llevar una relación armoniosa lo primero es el RESPETO, y a mi criterio, esto no ocurrió".
"La declaración la doy ahora porque quise poner por encima los objetivos del gran equipo y de las personas que lo integran, y que la situación personal no generara inestabilidad en el grupo".
"Me despido llevando conmigo los mejores momentos y recuerdos de este equipo y de la ciudad. Acá dejó grandes amigos que jamás olvidaré. Muchas Gracias".