Un estudio realizado por un centenar de organizaciones científicas de todo el mundo, publicado en el último número de la revista Nature, recogió evidencia visual y preocupante sobre el impacto del calentamiento global en la Antártida: alerta que la aceleración del deshielo durante el último cuarto de siglo posiblemente haya alcanzado niveles inéditos.
En un período que abarca tres décadas y media -desde 1992 hasta 2017- el continente blanco perdió 3 billones de toneladas de hielo, dice el informe. Agrega que esto se corresponde, además, con una pronunciada suba del nivel del mar de 8 centímetros en ese mismo lapso.
Desde entonces el ritmo del deshielo se triplicó. Algo que es muy alarmante teniendo en cuenta que el Polo almacena suficiente agua congelada como para elevar el nivel del mar hasta 58 metros de altura. En un hipotético escenario de desastre, esto podría dejar bajo el agua buena parte de muchas ciudades costeras, entre ellas Buenos Aires.
En la última década, este proceso de descongelamiento se agravó. Según el estudio, el continente más frío del planeta, que esta semana alcanzó otro récord en bajas temperaturas llegando a los 100° bajo cero, pasó de perder un promedio de 76.000 millones de toneladas anuales hasta el año 2012 a licuar cerca de 219.000 millones durante los últimos 6 años.
Con una superficie de 14 millones de kilómetros cuadrados, la Antártida es el cuarto continente más grande después de Asia, América y África. Y el más frío y seco del planeta. Alrededor del 98 % de la Antártida está cubierta de hielo, que tiene un promedio de 1,9 km de espesor, que se extiende a todos los puertos, excepto a los más septentrionales de la península Antártica. Lo compone una amalgama de accidentes geográficos, como archipiélagos, antiguos volcanes activos, o como las montañas transantárticas, que dividen la Antártida en dos mitades: su parte este y su parte oeste. Esta última culmina con la península antártica, y las tres piezas responden de forma distinta al cambio climático.
El trabajo remarca que si este tendencia del deshielo continúa, las consecuencias superarán las fronteras del Polo Sur y afectarán al resto del planeta.
Además, la investigación, liderada por el profesor Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds, prevé un fuerte impacto sobre actividades humanas vitales como la minería y la pesca. Las causas que provocan el descongelamiento no están claras. Por un lado es evidente el impacto del cambio climático causado por el hombre, que afecta a varias zonas de la Antártida.
Sebastián Marinsek, Jefe del Departamento de Glaciología Instituto Antártico Argentino, advierte: "El problema no son las placas de hielo que están sobre el mar. Estas no aumentan el nivel de océano. El tema es ver qué pasa con el hielo acumulado en las montañas, o que está sobre el nivel del mar, y que al derretirse van al mar, aumentando el nivel del océano. Si esto ocurre, todas las ciudad costeras de mundo podrían sumergirse. Se verían afectadas muchas personas. Si sube diez metros, por ejemplo, la Casa Rosada quedaría bajo el agua".