La producción y las incautaciones de cocaína se estabilizaron en el último año en el continente americano, donde sin embargo aumentó el tráfico y consumo de marihuana, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), divulgado hoy en Panamá.
"El mercado de cocaína se está estabilizando y tiene una tendencia a la baja" en el continente americano, aseguró Amado Philip de Andrés, representante de UNODC para Centroamérica y el Caribe.
En el mundo se decomisaron, en 2012 unas, 776 toneladas de cocaína, de las que 200 toneladas corresponden a Colombia, 94 a Estados Unidos y 64 a Centroamérica.
Ese descenso se debe a una menor plantación de hoja de coca en los principales países productores (Colombia, Perú y Bolivia), inducido a su vez por una baja de la demanda en el principal mercado consumidor, que es Estados Unidos, donde el consumo de esta droga ha bajado un 41% en cinco años.
En los tres principales países productores, el área de las plantaciones de hoja de coca se redujo de 200.000 hectáreas en la década de 1990 a unas 150.000 en la actualidad.
La violencia entre los cárteles de la droga y las operaciones policiales habrían hecho también caer la producción de cocaína en la región.
"Si disminuye este tráfico (de cocaína) disminuye el consumo y también va a disminuir su vinculación con otro tráfico como la trata de personas, inmigrantes o armas y eso es una muy buena noticia para nosotros", dijo Philip.
Los expertos consideran que la ruta de la cocaína, desde Sudamérica hacia Estados Unidos, también estaría sufriendo modificaciones debido a las operaciones policiales.
Se estima que el 80% de la cocaína pasa por Centroamérica en su camino hacia México, Estados Unidos y Canadá.
"Esa tendencia está disminuyendo un poquito y sobre todo hay un desplazamiento hacia el Caribe" porque los narcotraficantes "están tratando de diversificar sus ganancias y diversificar los riesgos", afirmó Philip.
Aún así, la ONU estima que la cocaína mueve un negocio anual de 85.000 millones de dólares, sólo la mitad en Estados Unidos.
Así mismo, en América del Sur las incautaciones de cannabis se han incrementado en un 464% en el último año.