A lo largo de 80 años de historia y con una participación activa en la vida social y empresarial del departamento, la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear se posicionó como una de las entidades no gubernamentales con mayor respaldo y la impulsora de algunos de los proyectos más importantes para el desarrollo de su pueblo.
En cualquier parte del mundo se habla de la ganadería alvearense por lo que comenzó como una módica celebración en homenaje a los criadores de secano en 1982, la Feria del Ternero Mendocino, y que este año alcanzó la 32ª edición ininterrumpida de la actual Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas.
Desde la defensa primaria del agua como fuente de la vida agrícola y ganadera de la región que los convocó en un comienzo, hasta la lucha de más de 40 años en pro de la construcción del paso internacional El Pehuenche y la ex ruta provincial 184, hoy nacional 188 que une a Alvear con Malargüe, la institución ocupó siempre un espacio de privilegio a la hora de portar las banderas que le exigían sus asociados y que toda la comunidad respaldó, incluso frente a decisiones gubernamentales muchas veces adversas a los deseos de un pueblo que ha demostrado, en sobradas ocasiones, que es combativo y no teme salir a las calles o a las rutas para hacer oír su voz.
Claro ejemplo de ese empuje fue el período previo y posterior a la sanción de la ley provincial 7.722 en junio de 2007, durante la presidencia de Adolfo Nieto, que prohíbe la actividad minera metalífera a cielo abierto en todo el territorio provincial.
La construcción de un nuevo edificio -hoy en plena remodelación- en junio de 1978, fue otro de los momentos cuando quedó claro que, estar dentro de la Cámara, implica aportar tiempo, dinero, contrario a la leyenda popular, antes que ganarlo. Los asociados más antiguos aún recuerdan que les cobraron cinco años completos de cuotas societarias por adelantado para poder disponer de fondos con los que empezar la obra.
Corría enero de 1933 cuando un grupo de comerciantes de la zona se reunió en la "Casa de España" para discutir los alcances y la aplicación del "sábado inglés". Entre otros, participaron Víctor Velazco (Víctor Velazco y Cía. S.R.L.), Julián López (Barato Argentino), Juan Bovino (Blanco y Negro) y Bartolomé Pacheco (La Bola de Nieve), quienes a su vez invitaron a otros empresarios e industriales. Resuelto el tema en cuestión, la idea de propiciar una sociedad gana terreno y se conforma una comisión, una junta provisoria con los asistentes.
Dos semanas más tarde, el 28 de enero de 1933, tras la segunda reunión se conformó oficialmente la "Cámara de Comercio e Industria de General Alvear" que obtendría su personería jurídica por decreto provincial el 13 de noviembre del mismo año. Víctor Velazco fue su primer presidente y Serafín Tumas como vice.
Con el progreso de todo el departamento como objetivo y buscando un desarrollo armónico de la región, la entidad comenzó a funcionar a pleno y 8 años más tarde, en 1941, se modificaron los estatutos para incorporar a la entidad la actividad agrícola.
Por último, fue en 1964 que se incorporó el rubro ganadería con la idea de estimular esa actividad, y desde entonces quedó conformada oficialmente bajo la denominación de Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear.
"No a la minería contaminante", aunque ya es una frase al que el oído del alvearense medio está acostumbrado, hace seis años fue el eje de un fuerte conflicto que dividió a la sociedad y marcó un hito en la historia local.
Por primera y única vez en sus casi 100 años de vida, el pueblo alvearense se levantó al unísono y cortó las rutas nacionales 143 y 188 de ingreso a la provincia. La posibilidad de que empresas de capitales internacionales pusieran en riesgo la pureza medioambiental de la región los convocó. La reticencia política a dialogar, los enfervorizó.
Aunque la génesis de la protesta fue externa a la Cámara de Comercio, la apertura que propició el entonces presidente, Adolfo Nieto (62), terminó convirtiendo a la institución en el centro neurálgico de la protesta, la base donde se organizaron decenas de manifestaciones con miles de personas. Sus dirigentes se erigieron en la voz cantante de todo el pueblo.
"Fueron momentos muy duros y costó mucho imponer el tema en el seno de la propia comisión directiva. Finalmente todas las específicas apoyaron y se logró la sanción de la ley 7.722", recuerda el entonces presidente y que hoy ocupa la tesorería de la Cámara.
La agenda del flamante presidente Ariel Romero (51) no muestra grandes variantes con la de sus antecesores.
Las cuestiones coyunturales deberán atender a los reclamos del agro, bodegas, comercios y productores pecuarios, y hacer frente a la "agobiante presión fiscal y tributaria que sufren comercios e industrias", lo que en su opinión no se destina a otra cosa que paliar el "enorme gasto público y el sobredimensionado aparato estatal".
Confiado en la juventud y experiencia de la comisión que lo acompaña, Romero apunta a los objetivos estructurales como el impulso a la ex ruta 184, las mejoras de los caminos rurales y ganaderos, la optimización del recurso hídrico en la cuenca del Atuel y avanzar en un planeamiento industrial serio reclamando, entre otros ítems, la creación de un nuevo parque industrial sobre la ruta 188. Como desafío, recuperar el diálogo con el gobierno provincial.