Aunque se espera que la designación de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice atraiga mayor cantidad de personas a sitios religiosos este fin de semana, el movimiento en el Calvario y la Parroquia de la Carrodilla durante la tarde del jueves santo fue normal. De todos modos, varios coincidieron en que la afluencia masiva comienza cuando cierra el comercio y, en particular, después de la misa de las 20, y se sostiene a todas horas el viernes.
Margarita y Silvia, suegra y nuera respectivamente, suelen ir todos los jueves al Calvario, porque hay menos gente y pueden recorrer las estaciones tranquilas. Antes de las 18 ya habían completado el circuito y descansaban sentadas en uno de los bancos del paseo. Las mujeres viven una de Las Heras y la otra de Godoy Cruz, pero se habían reunido para pedir por el bienestar del hijo/esposo, quien será operado pronto, y además por trabajo.
Silvia Perea y Daniela de Mula también van cada año “para agradecer y pedir por la salud”. Con las pequeñas Luna (1) y Guadalupe (10), estaban compartiendo unos mates en otro banco y comentaron que siempre vuelven el viernes, cuando suelen tener que hacer dos horas de cola para ingresar al espacio del Señor de la Salud.
En cambio, Liliana Mion reconoció que hacía un tiempo que no se acercaba al Calvario para Semana Santa. “Me ha emocionado muchísimo. Siento una paz muy grande”, comentó entre lágrimas y agregó que parte de felicidad se debía a que pudo compartir el momento con su nieta Agustina (7). La mujer le explicó a la pequeña lo que sucede en cada una de las estaciones del Vía Crucis y fueron después a la Parroquia Nuestra Señora de la Carrodilla.
Con varias rosas con estampitas de Francisco en la mano, Liliana contó que la designación del Papa argentino la ha acercado nuevamente a la práctica religiosa. “Infunde mucha paz, mucho respeto. Me hace acordar a Juan Pablo II”, manifestó.
A paso rápido, Margarita Décima y Pedro Sosa caminaban hacia la imagen de Cristo crucificado, para sumar un ramo de flores a los que ya estaban a sus pies. El matrimonio, de Cruz de Piedra (Maipú), contó que cada año van a pedir y agradecer, y que este llevaban una ofrenda porque a una de sus hijas le entregaron la casa. Del Calvario, seguían camino hasta el Santuario de Lourdes, en El Challao, porque son devotos de esta advocación de la Virgen.
María Eugenia Manzorro, integrante de la congregación de Carrodilla y una de las voluntarias en el Ministerio de la Escucha, señaló que la afluencia de personas había sido tranquila pero permanente desde el mediodía.
Si bien estimó que puede ser que algunos fieles no habituales se sumen por la reciente designación del Papa, indicó que acudir al Calvario para Semana Santa “es lo obligado del cristiano que practica”. Asimismo, invitó a quienes quieran rezar todos los días a las 15 por Francisco, porque “lo va a necesitar”.
