Por Eduardo Sosa. Consultor en eco-eficiencia
No es fácil recomendar el mejor sistema de calefacción para una vivienda sin considerar una serie de factores como: los materiales con los que está construida, la zona geográfica, el "uso" diario, la salud, el costo, el cuidado del ambiente, la instalación y mantenimiento. Del mismo modo si vamos a construir, o si lo que deseamos es reemplazar la manera en que le damos calor a nuestro hogar.
Un sistema de calefacción adecuado para una construcción grande puede resultar inadecuado para un departamento o, dependiendo de la orientación del domicilio podremos elegir entre una o más opciones. Si tenemos niños, hay que tener en cuenta ciertos cuidados para evitar heridas, en caso de acerarse a estos elementos de calor. Otro factor que debemos considerad es si vamos a permanecer muchas horas del día en la vivienda o si, vamos a llegar a la noche,solo a dormir.
Lo ideal es consultar a un experto que nos ayude a tomar una buena decisión. Veamos dos opciones:
Calefacción mediante acondicionadores de aire
Para inviernos benévolos, como el de los oasis mendocinos –e independientemente del precio de la energía-; el aire acondicionado es una buena opción si se compra un equipo frío/calor del tipo de tecnología inverter. Con un solo equipo podemos calefaccionar y refrigerar la vivienda, según la época del año, con aceptable eficiencia energética.
Son fáciles de instalar y remover, en caso de querer ubicarlo en otro lugar. Además, el mantenimiento es bastante simple y pueden regularse a la temperatura deseada.
Entre los inconvenientes principales: resecan el ambiente y movilizan alérgenos que afectan la salud de los ocupantes de la vivienda. Son eficientes si vamos a climatizar sectores específicos de la casa, pero no sirven para climatizar grandes espacios, salvo que sean lo suficientemente abiertos como para que el aire fluya. Si no fuera así, entonces habría que colocar aparatos en cada habitación, con lo que el consumo eléctrico se elevaría enormemente.
Lo recomendable es instalarlo –únicamente- para climas no extremos como el mendocino, excepto en zonas de montaña en que el sistema externo podría congelarse.
Si tenemos niños, hay que tener en cuenta ciertos cuidados para evitar heridas, en caso de acerarse a estos elementos de calor.
Sistemas de piso radiante con caldera
Es sin duda una de las mejores opciones, brindan un calor uniforme en toda la vivienda sin resecar el ambiente. Debido a su alto costo de instalación, es recomendable acudir a él cuando se está en proceso de construcción, y no para reemplazar un sistema de calefacción ya existente. Pueden utilizarse con calderas a gasoil, eléctricas o a gas.
Desde una mirada profesional, es mucho mejor la opción eléctrica porque, a pesar de ser menos eficiente que los sistemas a gas y a gasoil, la instalación requiere menos espacio, se evitan las posibles fugas de gas o monóxido de carbono y el mantenimiento es más sencillo. Si al sistema caldera-piso radiante le agregamos un termotanque solar entonces mejoraremos la eficiencia, ya que el aporte de agua calentada por el sol hará que el sistema funcione con electricidad menos tiempo.
En la próxima edición analizaremos otras opciones de calefacción como los radiadores y las estufas de biomasa.
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