El tratamiento de la reforma a la Ley 7.722 logró federalizar la protesta en la calle. Un extenso vallado, diseñado para excluir a la manzana de la Legislatura de posibles disturbios, al final del día era sólo un símbolo de aislamiento para los ambientalistas. Un lugar muy distinto al que convocó a los activistas a favor y en contra de los cambios.
En silencio y sin ocultar su desazón, Josué (30) descolgaba ayer a la tarde de las vallas los últimos carteles escritos a pulso que hacían referencia al agua y la vida. "Siento una gran desilusión. Pensé que la dirigencia estaría a la altura de esta decisión", dijo. "Pronto se darán cuenta de lo que han hecho, cuando el agua falte", agregó enojada María (50).
Al momento de la votación de la reforma en Diputados, los policías volvieron a apostarse -a poco más de dos metros entre sí- formando un cordón que resguardó el cerco que impedía la pasada desde plaza Independencia a la Peatonal. La guardia también rodeó la manzana a la espera de una manifestación que nunca llegó. La columna a mediodía marchó hacia el nudo vial de Costanera, donde hubo un corte total en señal de protesta.
El escenario quedó así desolado frente a la Legislatura; un niño hasta tuvo espacio para girar con su bicicleta en el lugar que -a media mañana- ocupaban quienes apoyaban la reforma. Se trató de gente de los sindicatos, representantes de la Coordinación de la Mesa Minera del Cluster Energético de Mendoza, de la Unión Industrial de Mendoza (UIM) y el Consejo Empresario Mendocino (CEM). Su territorio se extendía hacia el sur, hacia calle Rivadavia y el corazón de la plaza. Un sector delimitado por sus banderas y un estruendoso repiqueteo de tambores.
Entre ambas facciones, la de los mineros y los ambientalistas, se plantó un pulmón para evitar incidentes. Por la tarde, las tapitas de gaseosa y otros papeles tirados en el suelo hablaban de la concentración. "Hubiera venido antes, pero estaba en el trabajo", señaló Sergio (50), que llegó acompañado por su hijo. "Esto no es Australia, tenemos mucho que aprender", agregó.
Los bocinazos de los autos en la esquina o las protestas aleatorias de los transeúntes vocacionales, que sorprendidos querían atravesar la plaza, fueron los síntomas finales de una jornada signada por la actividad legislativa.
Puertas afuera
Un grupo de adolescentes esperaba por el resultado de la votación en Diputados; los mineros rezagados se habían retirado cerca de las 16. "Estuve todo el día, había mucha gente manifestando, unas 800 personas", refirió Alicia (30) antes de marcharse de allí.
Los manifestantes que se oponían a la reforma de la Ley 7.722 se encolumnaron desde la Legislatura hacia el ingreso a la Ciudad, en José Vicente Zapata y Costanera. Al igual que el perímetro de Patricias Mendocinas y calle España, el corte total del tránsito en el nudo vial ocasionó una gran congestión vehicular.
A modo de arenga, de apoyo, las imágenes de los cortes en otros lugares daban una luz de esperanza a los residentes en la Plaza. Las acciones, con distinta intensidad, se extendieron a las rutas de Pareditas, Eugenio Bustos, Jocolí, San Carlos, General Alvear, el Este, Uspallata y San Rafael.
Desde las 5, con un corte de la Ruta 40, en Tunuyán hubo manifestaciones con un acampe y una asamblea permanente a la vera del río. Pobladores de Uspallata, en tanto, realizaron un corte de la Ruta 7 para rechazar también la modificación de la 7.722.
Adhesiones y otros mensajes circulaban en Twitter bajo los hashtag #LaLey7722NoSeToca o #ElAguaDeMendozaNoSeNegocia, que se instauraron como consignas. Las mismas que vocearon el día de la asunción oficial del gobernador Roberto Suárez, a las puertas de la Legislatura.
300 policías
El comisario Saúl Molina fue el encargado del operativo policial que resguardó la Casa de las Leyes. Un despliegue de 300 efectivos que contó también con policías de canes y hasta miembros de caballería.
Fue una jornada histórica, dentro y fuera del vallado alrededor del edificio de Peatonal y Patricias Mendocinas, un día intenso que conjugó, tras el voto legislativo, alegrías y tristezas por la habilitación de la minería metalífera.
Ambientalistas irán por la inconstitucionalidad
Agotados, enojados y con la firme intención de recurrir a la Justicia, así se retiraron de las rutas los productores y vecinos que mantuvieron cortes de ruta por casi 12 horas en General Alear y en zonas aledañas de San Rafael.
El jueves por la noche realizaron una vigilia y ayer a las 7 de la mañana se apostaron en las rutas que ingresan a Mendoza por el sur provincial. En el instante que comenzó el tratamiento de reforma de la 7.722 en la Casa de las Leyes, cortaron el tránsito.
Si bien primero liberaban el paso cada una o dos horas, con el correr de la jornada la protesta se intensificó al punto de restringir totalmente el paso vehicular. La medida de fuerza recién cesó a las 19.
Durante ese lapso Alvear estuvo literalmente aislado: nadie entraba ni salía. Los piquetes se concentraron en la ruta 188 y calle 25 en Bowen; en la ruta 143 y calle O al sur de la ciudad; y muy cerca de Alvear pero en territorio sanrafaelino, en la zona de la ruta 143 y La Olla.
"Esto era previsible por cómo venía la mano pero no vamos a parar, vamos a ir a la Suprema Corte para presentar una acción de inconstitucionalidad", comentó Adolfo Nieto, ex presidente de la Cámara de Comercio.
"El lunes comenzaremos las charlas con el resto de las organizaciones en Mendoza para poder contratar al abogado Daniel Sabsay (constitucionalista) y presentar una acción de inconstitucionalidad. Esto ya es ley. El gobernador no la va a vetar, recurrir a la Justicia es lo que nos queda", detalló Javier López, productor agrícola.