Callejón Sánchez: un rincón de Cruz de Piedra donde viven 50 familias

El Callejón Sánchez es un asentamiento de viviendas en paralelo a la ruta Provincial 60, a pocos metros de ese camino y en jurisdicción de Cruz de Piedra.

El lugar lo habitan unas 50 familias. Hay gente mayor y matrimonios de edad intermedia, y en menor medida parejas jóvenes, que nutren al paraje con una importante población infantil.

El sector se desarrolló un poco desordenadamente hace muchos años. Tampoco faltaron dificultades en cuanto a la división del suelo y a la situación dominial de los lotes.

A este pequeño hábitat maipucino se lo encuentra en forma perpendicular a la calle Juan de la Cruz Videla (antigua Pescara), y como se ha señalado, a escasa distancia de la trascendente ruta 60.

Consciente de que hay que ir ordenando la titularidad de los terrenos, la Municipalidad de Maipú tendió una línea de apoyo para regularizar el perímetro.

En ese cometido también incursiona la flamante unión vecinal, a la que los residentes le pusieron el premonitorio nombre de "Cumpliendo sueños". Pusieron al frente de la entidad a Norma Graciela Riveros (46), celadora de la escuela técnica secundaria N° 4-039, establecimiento no muy distante del área que se describe.

Lo primero que debe señalarse es que este fraccionamiento, como otros callejones de la jurisdicción, no estaban liberados al uso público o están en vías de lograr esa condición, y por eso costó, en cierta medida, conseguir la instalación de los servicios básicos.

Esa situación preocupa al municipio, especialmente al ingeniero Eduardo Mezabotta, secretario de Infraestructura de la comuna, que tiene a su cargo impulsar la normalización de la situación catastral del vecindario.

"Estamos haciendo de a poco todos los trámites por encontrar las vías de regularización. Así fue como entre vecinos y municipio conseguimos colocar el alumbrado público, practicar la recolección de residuos y de material verde y regar la calle", sostiene el funcionario, que promete que continuarán los contactos para un mayor progreso de este rincón habitado de Cruz de Piedra.

Otro que se preocupa por esas instancias es el delegado de la Zona Sur de Maipú, Víctor Hugo Romero. "Tratamos que las inquietudes de los vecinos se vayan concretando", afirma el hombre que sirve de nexo entre la zona y la casa municipal de la plaza 12 de Febrero.

Pioneros

Casi al comienzo de las casas, muy cerca de Juan de la Cruz Videla, vive Victoria Sánchez (68), persona con discapacidad y envidiable estado de ánimo, pese a sus limitaciones físicas. Ella cuenta que el paraje se llama Callejón Sánchez porque buena parte de las tierras eran de su abuelo Juan Sánchez, agricultor ya desaparecido hace tiempo. Además, era la familia que estaba en la entrada de la calle.

Otro morador antiguo es Carlos Alberto Castro (83), afincado por allí hace más de 4 décadas. Se desempeñó como obrero rural de la familia Willoud, uno de cuyos integrantes fue intendente de Maipú.

"En aquellos tiempos -afirma don Carlos- no se loteaba y cada uno tenía su parcela como podía; ahora se está tratando de ordenar las cosas. Por aquí  todo eran fincas y olivares,  y la ruta 60 no existía".

Los comentarios de Castro son confirmados por otro pionero, Salvador Denmani (80), dueño de "unas hileritas de viña", quien recordó que una de las primeras mejoras fue el agua potable, que "conseguimos nosotros y que nos costó un ojo de la cara".

En otros tramos de la barriada el suministro del líquido se consiguió con el  aporte de la cooperativa Tres Esquinas. Acomodar la calle, hacer las cunetas y aspirar a un futuro asfaltado, son los intereses que pone sobre la mesa Denmani, que sabe, claro está, que esas solicitudes están relacionadas con el ordenamiento del suelo que se está gestando.

Por ser gente antigua, Denmani y Castro traen a colación otros apellidos de las familias de la zona, como Roncaglia, Sosa, Gómez y los ya nombrados Sánchez.

Hay un punto de mucha coincidencia: lo peligrosa que se ha puesto la calle De la Cruz Videla (ex Pescara) porque hay conductores que la atraviesan a gran velocidad y también tiene el peligroso tráfico de camiones batea, que transportan ripio de Barrancas.
 
"Es un problema porque los chicos transitan a pie hacia la escuela (N° 4-040 Juan José Viamonte)", hace constar otra moradora, Marta Álvarez.

El proveedor de pastas, Marcelo Quiroga, que encuentra al cronista reunido con los vecinos cuando concurrió a dejar un pedido en uno de los almacenes del sector,  traslada la inquietud de mejorar las calles "para que las conexiones sean más favorables, beneficiando a los que llegan y a los que residen aquí".  
 
Bodegas

En las cercanías hay bodegas modernas, y la más ponderada está enfrente de la barriada, Trivento, fundada en 1996, cuyos dueños se propusieron la elaboración de vinos de primera calidad para la exportación.

También está cerca un establecimiento avícola de uno de los hijos de Manuel Olmos, conocido productor del sector de aves, fallecido en un terrible como lamentable episodio ocurrido en 2009.

Por la cinta asfáltica que va hacia el este y hacia el Acceso Sur, los vecinos que no tienen movilidad disponen de los colectivos de la línea 10, de la familia Estoco, que los traslada a los centros poblados con una frecuencia en general aceptable.

En materia de salud, los moradores se asisten concurriendo al centro Cruz de Piedra, en calle Nueva y Videla Aranda.

La descripción lugareña de  María Romero (65), resume expectativas generales.  El sitio, de fincas y algunos descampados, "es un paraíso". Faltaría, según su opinión y de otros integrantes de la comunidad, la presencia de un destacamento policial, que se podría emplazar en una porción de alguno de los terrenos baldíos que todavía persisten, donación mediante.

Sonia Valenzuela (44) traslada un pedido a Irrigación. "Sería bueno -propone- que la repartición entregue el turno de riego a cada usuario, en el horario que le corresponde".