Algunos la recuerdan por sus caminatas alrededor del colegio Santa María Goretti. Otros por la memoria con que recordaba cada nombre. Unos cuántos más por el cariño con que trataba a alumnos y docentes. Son recuerdos de una religiosa que pronto será visible en el nombre de una calle donde dedicó su vida.
Nacida en Rosario, María Isidra Giménez abrazó la vida religiosa en la Orden de la Inmaculada de Génova y llegó a Mendoza en 1956. Un año después, la "Hermana Isidra" fundó el colegio Santa María Goretti con otras tres colegas de hábito. Además de rectora también fue profesora y siguió visitando el colegio hasta sus últimos días en 2006, cuando partió con 76 años. Toda una labor que el Concejo Deliberante de Luján de Cuyo ha decidido homenajear.
Según informaron desde el municipio, el autor de la ordenanza fue Juan Manuel Rosales. El reconocimiento se debe a haber destinado su vida a la educación y a permanecer en la memoria de los lujaninos por su dedicación a la enseñanza en el colegio del que fuera rectora. Así, se cambiará el nombre de una calle para recordar al aporte a los lujaninos en educación, valores y compromiso.
En los dos edificios de la institución educativa, hoy pueden verse placas e imágenes de la religiosa. Teresa Cursi, secretaria del nivel superior, la conoció como alumna y después como profesional. Con más de 40 años trabajando allí, recordó con emoción cómo había sido un poco de madre para todos: "Se preocupaba por cada uno. Si tenías algún problema te preguntaba y te ayudaba de alguna forma. Ha marcado el corazón de muchos de nosotros".
En cuanto a las anécdotas, Cursi recordó cómo la hermana había gestionado unos micros para buscar a los chicos y llevarlos a estudiar. En épocas difíciles, buscaba reutilizar hasta las hojas usadas y apagaba cuántas luces pudiera para ahorrar electricidad. Algunos consideran que sus metas, severidad, disciplina y perseverancia hicieron que el colegio creciera.
Con la nueva ordenanza, la calle Samuel Villanueva del distrito Mayor Drummond cambiará su nombre por Hermana Isidra. El sentido de este asfalto de tres cuadras es de Este a Oeste, da comienzo en calle San Martín (donde está el colegio) y finaliza en calle Guiñazu. Por la esquina con San Martín, hay un quiosco que atiende una familia con un gran cariño por Isidra.
Se trata de los Cornejo, cuya madre y sus cinco hijos estudiaron en el Santa María Goretti. El mayor de ellos incluso fue el primer varón del colegio (en un principio era solo para niñas). Alejandra, una de las hijas que egresó en 2010, contó que no la tuvo como profesora pero que la había conocido en los patios. "Era un amor, la adoraban. A pesar de sus enfermedades era muy compinche y hacía chistes. Sabía hacerse respetar pero no de forma mala, sino bien", ilustró.
Alejandra Cornejo también recordó que la Hermana Isidra era muy buena para hablar y recordaba el nombre de cada uno. En un principio solía caminar alrededor del colegio y, con el pasar del tiempo, solo lo hacía hasta el patio. Uno de sus últimos recuerdos refleja el cariño por ella: "Una vez estábamos todos los alumnos en un acto y de repente alguien la trajo. Cuando entró, todos la ovacionaron".
El viernes a las 10 de la mañana será el acto oficial con la inauguración de una placa y el cambio de carteles en los postes. Estarán presentes autoridades del municipio, la comunidad educativa y allegados a la religiosa homenajeada. Para Teresa Cursi será algo muy emotivo: "Ha sido una de las fundadoras de nuestra institución, entonces se le dará el merecido respeto".