Caída en la actividad de la construcción

Se ha producido una caída en la actividad de la construcción, sector que mayor cantidad de empleos genera, tanto directos como indirectos. El problema surge como consecuencia de la falta de confianza de los argentinos, desalentados de invertir a largo pla

Caída en la actividad de la construcción
Caída en la actividad de la construcción

La construcción es considerada como la actividad que mayor cantidad de empleos genera, tanto directos como indirectos con un beneficio paralelo, como es el hecho de que quien resulta favorecida -especialmente en lo que a viviendas se refiere- es la población en general.

Durante muchos años Mendoza aparecía en los primeros lugares del país en lo que a movimiento en la materia se refiere, pero en los últimos tiempos, tal como lo señalan los propios actores del sector, no sólo se ha frenado sino que se ha producido un retroceso, lo que llevó, según las estadísticas, a que en el último año se haya producido una caída de más del 16 por ciento lo que, traducido en números, implica que 2 mil trabajadores del sector no fueron contratados por la obra pública ni por la privada.

Para los dirigentes del sector, el factor determinante en la baja del empleo responde a la suspensión de ciertos proyectos y a una ralentización de algunas obras privadas que estaban en marcha desde el año pasado. La situación responde, indudablemente, a los cambios producidos en la política económica que han generado incertidumbre en los inversores, que prefieren suspender los proyectos hasta tener mayor confianza y seguridad.
 
Es evidente también que el problema no alcanzó aún mayor trascendencia en razón de que muchos prefieren callar para evitar represalias, como le sucedió días pasados al titular de una inmobiliaria de la Capital Federal que, inmediatamente después de señalar los inconvenientes, recibió la visita de inspectores de la AFIP.

En la actividad de la construcción tiene tanta incidencia la obra pública como la privada, incluyendo en este último aspecto a los pequeños inversores que, años atrás, decidían invertir "en ladrillos" para asegurarse un futuro más aliviado en el momento de jubilarse.

Cabe preguntarse ahora quién se arriesgaría a construir una vivienda para arrendar cuando los costos se multiplican día a día como consecuencia de la inflación, lo que destruye cualquier presupuesto a futuro. Situación similar se plantea con las empresas y, a modo de ejemplo, sólo cabría señalar que los propios dirigentes del sector coinciden en señalar que, de no haber sido por la demanda laboral de la minera Vale, la caída del empleo en la construcción sería del 30 por ciento.

Mientras ello sucede en el sector privado, el estatal no le va en zaga ya que, por problemas presupuestarios, se ha producido un freno en la obra pública. También debe considerarse la baja observada en la actividad económica, que en agosto fue del 0,5 por ciento respecto del mismo mes del año pasado y que, en el rubro estrictamente inmobiliario y de alquiler, alcanza a una caída del 1,1% por el control de cambios.

Si la intención del Gobierno con el cepo al dólar fue evitar que la gente dejara de comprar la divisa norteamericana y volcara ese dinero al consumo interno, es evidente que en el rubro inmobiliario esa intención no tuvo los resultados esperados. Más aún, resulta indudable que en muchos de los casos la gente se vuelca hacia bienes de consumo en vez del ahorro, porque sabe que terminará perdiendo con la inflación.

Es muy factible que la situación tienda a modificarse el año próximo. Por tratarse de un año electoral con toda seguridad se multiplicarán los planes de viviendas sociales, aunque también cabe la posibilidad de que esos planes no dejen de ser meros anuncios. Lo cierto y concreto es que deben darse reglas de juego claras, de permanencia en el tiempo, con una inflación controlada y con las libertades suficientes que permitan las inversiones. Los argentinos han demostrado, casi por una cuestión cultural, que cuando hay confianza en la economía esas inversiones se multiplican. En ese mismo esquema también puede asegurarse que la incertidumbre y la desconfianza constituyen la peor de las variables.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA