Café es Colombia

Café es Colombia
Café es Colombia

“En Colombia apenas empieza la cultura de valorar el café. A pesar de ser una bebida de tanto cariño por parte de los colombianos, su consumo se realiza por necesidades funcionales, el frío, el sueño, la falta de energía o por la necesidad de tener algo que acompañe la charla.

Los productores de café, con propuestas de alta gama soñamos que en el país cafetero por excelencia, se le preste a nuestra bebida nacional tanta reverencia como algunos lo hacen para los vinos de Mendoza, Burdeos o la Rivera de Duero” comenta Gustavo Villota Leyva Director de Café San Alberto.

La cata es la invitación a aprender sobre las bondades del brebaje, sus secretos, pero también a ser embajadores de la bebida colombiana, y ni se le ocurra agregarle azúcar, válgame Dios. El hombre que inicia el bautizo representa la tercera generación de caficultores de la región de Buenavista en Quindío sobre el eje cafetero que está tomando reconocimiento mundial.

Explica que -al igual que en nuestro terruño- cada vez se le da mayor relevancia a la especificidad del suelo y a las condiciones ambientales –hay 86 microclimas en 21 regiones dedicadas al cultivo del grano- en el aporte que le da al elixir como en los cuidados minuciosos desde la semilla hasta el fruto. Vale aclarar que para germinar una semilla se tarda de 3 a 4 meses; permanecerá un tiempo similar en vivero y más tarde se traslada al lote seleccionado. La primera floración llega tras 9 meses y otros 9 harán falta para lograr un fruto desarrollado y maduro. En 3 años se obtiene el pico de producción de cada planta.

En la cata guiada por Gustavo, con 3 tazas de café y 4 descriptores en pequeños vasitos: amargo, salado, dulce y ácido se van despertando los sentidos del gusto y el olfato. Distinguir los sabores básicos es la meta: debe tener acidez, cierto amargor y dulce natural, esas notas del tostado que recuerdan al caramelo o a un chocolate oscuro, todo con un balance exacto. Si alguno de los descriptores se potencia falló algo en el proceso de producción. En cuanto a los aromas el terroso, frutal, especiado o tostado son los más recurrentes aunque hay que tener en cuenta que un café extremadamente tostado tapa los defectos del grano.

Cómo obtener una buena taza de café

La calidad de la bebida está relacionada con la calidad de la materia prima.
Proporción: entre 7 y 9 gramos de café por cada 100 ml de agua.
Molienda: cada método de preparación requiere su molienda específica, mientras menor sea el tiempo de contacto del café con el agua, más finamente molido debe estar.
Agua: el 98% de la taza de café es el líquido elemento por ello lo ideal es que se pura, de preferencia filtrada.
Frescura: los enemigos del café son el oxígeno, la luz, el calor y la humedad. Hay que conservarlo en envase hermético y a temperatura ambiente, y de ser posible molerlo justo antes de prepararlo. Atención: La heladera no es un buen sitio para guardarlo pues el café absorbe rápidamente otros olores.

Una invitación

"En Hacienda San Alberto, con los granos más premiados internacionalmente, abrimos las puertas para que los viajeros conozcan la magia detrás de nuestro café. Inspirados en lo que sucede en Mendoza donde se puede tomar un deliciosa copa de vino junto a los viñedos, hemos construido una tienda en medio de los cafetales, rodeados de una vista espectacular" dice Villota e invita a recorrer el paisaje cafetero  en el que trabajan más de 560 mil familias empeñadas en demostrar que Colombia es sinónimo de buen café.
Más información: www.cafesanalberto.com

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