A casi tres semanas de la implementación del "Metrobús mendocino" sobre avenida San Martín de Godoy Cruz, muchos comerciantes siguen disconformes y aducen que los ha perjudicado gravemente.
La gran mayoría calcula que ha perdido entre 40% y 50% de las ventas, y el mayor problema es la falta de lugares para estacionar y la reducción del tránsito de gente. El nuevo escenario se suma al contexto económico que ha deprimido el movimiento comercial.
"Esto nos ha afectado mucho, se han caído el 50% de las ventas y gran parte del día el negocio está vacío", contó Claudio, quien tiene una verdulería en el mismo lugar en que funciona un mercado. "Acá muchos venían en auto, sobre todo los que llevan mucha mercadería, pero ahora no tienen dónde estacionar. También viene menos gente a la parte de almacén pero los gastos fijos son los mismos así que estamos evaluando si nos vamos", detalló.
Varios reconocieron que estudian la posibilidad de trasladarse o cerrar, aunque hay variables que les impiden tomar la decisión (ser propietarios, perder una clientela ganada durante años o un traslado complicado). Mariano Pascucci, dueño de un local de la fábrica de pastas que lleva su apellido, también se lamentó. "Nos ha afectado mucho. Efectuaron las obras sin consultarnos y yo he mandado notas sin éxito", aseguró.
Dijo que la obra ha complicado a los frentistas para estacionar y en particular a quienes tienen que cargar y descargar cosas. Además, que los camiones que le llevan mercadería tienen que dar varias vueltas por la zona hasta que el tráfico les permite frenar un momento, pero eso genera embotellamiento. Otra opción es estacionar muy lejos y trasladar las cosas. También ha pensado en cerrar el local, pero como es propietario sería mucha pérdida.
Las mismas dificultades para carga y descarga relató Marisa, encargada de Laula, un negocio de ropa deportiva que tiene allí el depósito para sus otros locales. "Les hemos pedido que nos dejen lugar para estacionar pero nos dicen que estacionen a la vuelta, hay que bajar cajas enormes y por otra parte quedar expuestos a robos en una zona donde es común que sucedan", reclamó.
También cuentan que ha habido siniestros viales, cierre de locales y aumento de departamentos que se alquilan. Paloma, encargada del café Modesto Godoy, destacó que si bien hay un público habitual que sigue yendo advierten que les cuesta mucho estacionar, ya no hay clientes que pasan un momento por un café mientras que también padecen esta dificultad los propios empleados.
Cuestión cultural
Luego del comienzo de las obras, varios comerciantes expresaron su queja, ante las cuales la Municipalidad de Godoy Cruz respondió con reuniones y algunos cambios para facilitar el estacionamiento, que se realizaron una vez habilitado el servicio.
Sobre algunas veredas la comuna generó espacios para estacionar delimitados con líneas amarillas. Esto descomprimió bastante la falta de lugares y alivió la problemática para algunos. Lo que se ha buscado es facilitar la circulación del transporte público y ambulancias por un carril central de doble mano, con dársenas en el medio de la calle que funcionan como paradas.
En los dos laterales ha quedado una vía para cada sentido de circulación para el resto de los vehículos. Desde el municipio apuntan a que la avenida San Martín se descongestione, los colectivos tengan prioridad y los vehículos elijan circular por otras arterias. Sin embargo muchos consideran que es un "gran desorden": los autos se encuentran repentinamente con un "embudo en la calle", se generan colas cuando un auto se detiene y el tránsito es lento.
Aunque se reconoce que se trata de un proceso de adaptación al nuevo diseño urbano de la zona en particular para los conductores de vehículos, también se aprecia que los transeúntes tienen conductas de riesgo. Muchas personas caminan por el cordón amarillo que se construyó en el medio para separar las vías de circulación, cruzan por la mitad de la calle, transitan por la vía exclusiva para colectivos o descienden de estos y en vez de cruzar por la esquina luego de bajar por la rampa, pretenden cruzar por mitad de la calle, donde ni siquiera hay un lugar donde pararse.
Pero no sólo eso, esta semana pudo verse en la esquina de San Martín y Tucumán que un colectivo que circulaba en sentido Norte-Sur elegía ir por la vía de los autos porque tenía que doblar a la derecha y de otro modo se hubiese atravesado delante de los autos.
Adultos mayores
Ni una sola de las personas consultadas por Los Andes dejó de mencionar el problema que ha implicado esta obra para los adultos mayores. Es que en esta avenida hay varias clínicas y centros de atención de la salud y, sobre todo en el primer tramo, lugares a los que acuden jubilados como un centro de Pami y otro de Rehabilitación.
Aunque frente a las clínicas se ha dispuesto en la vereda lugares para estacionamiento cuentan que no es suficiente, que la gente se para sobre la calle para que desciendan los pacientes y eso ocasiona embotellamiento ya que hay una sola vía para vehículos. “Es terrible ver a los pobres viejos que van al Pami, tratando de cruzar ese cordón amarillo con un andador y por mitad de la calle.
Eso pasa cuando los traen y los dejan en la mano de enfrente. A veces no hay lugar para estacionar del otro lado o no pueden caminar hasta la esquina; también les corrieron la parada de colectivos y se la pusieron más lejos,” relató Ricardo, de uno de los negocios de la zona ubicado en una cuadra rodeada de efectores de salud.
Evaluación del sistema
Desde la Municipalidad de Godoy Cruz dijeron que actualmente hay más estacionamiento que antes de que la obra se implementara, porque se habilitaron espacios sobre San Martín y las calles perpendiculares. Atribuyeron la baja en las ventas al contexto económico y a una cuestión cultural.
Anticiparon que se habilitarán pulmones de estacionamiento en cuatro puntos: en bodega Arizu, en Carrefour, en el edificio municipal y en parque Benegas. A la hora de evaluar el desempeño de este carril único, Lía Martínez (directora de Planificación de Transporte de la Secretaría de Servicios Públicos) explicó que se analiza en dos aspectos. "Hemos evaluado el comportamiento del tránsito y creemos que hay que hacer algunas modificaciones menores, sobre todo con el tamaño de las dársenas. En horarios pico hay mucha carga de pasajeros", dijo.
“En cuanto a la operación de los micros, tenemos más servicios en uno de los sentidos del carril y no hemos tenido inconvenientes. Se ha optimizado el tiempo de carga y descarga de pasajeros. Los usuarios notan la seguridad de circular sin competir con el resto del tránsito”, aseguró.
“No dejaron lugar para que estacionen los vecinos”
Personas que viven en las inmediaciones de la calle San Martín donde se hizo la vía alternativa para colectivos también se sienten afectados por los cambios y no han logrado adaptarse 20 días después. Dicen que las calles perpendiculares están llenas de autos e incluso con estacionamiento en dos manos lo que complica moverse y estacionar para acceder a sus viviendas.
"No han dejado lugar para que estacionen los vecinos. En Buenos Aires lo hicieron así y no han tenido en cuenta que estas calles son muy angostas para esto", opinó Emilia. Otros señalaron que andar en bicicleta, algo que tanto se promociona desde la comuna, también se ha vuelto una odisea. "Por la calle es imposible. La opción es ir por la vereda pero tampoco se puede ni se debe", destacó Anabel. Señalaron que hay calles intransitables, como Roque Sáenz Peña.
No todos están disconformes
Hay quienes no se consideran afectados, como es el caso de Laura, dueña de una librería y venta de quiniela, quien dijo que como al lado hay una farmacia con espacio para estacionar sobre la vereda, eso la ha beneficiado. Ahora sus clientes tienen la posibilidad de estacionar por un momento mientras que antes tenía vehículos de gente que trabaja en la zona todo el día estacionados frente a su local. "El tránsito está más ordenado y ya no se escuchan los bocinazos que antes les daban a los colectivos cuando se paraban", destacó.
Principales
- Hay menos ventas por la disminución de autos.
- Escaso espacio para estacionar para clientes, usuarios y vecinos.
- Dificultades para el cruce de pacientes, sobre todo adultos mayores.
- Falta de cultura que lleva a conductas de riesgo.
- Estacionamiento para personas con discapacidad ubicados justo donde se angosta la calle.