La Guardia Civil de España capturó a cuatro argentinos, más siete personas de otras nacionalidades, acusados de traficar una tonelada y media de cocaína desde Sudamérica e introducirla en el país europeo con fines de comercialización.
Un comunicado oficial de la fuerza de seguridad, emitido hoy en Madrid, informó que "en el transcurso de la operación PARAKA" llevada a cabo en Galicia, Madrid, País Vasco, Aragón y Cantabria fueron detenidos "cuatro españoles, tres argentinos, un paraguayo, un holandés y un inglés".
La operación se inició en junio cuando la Guardia Civil interceptó "dos vehículos en la provincia de Zaragoza con 98 kilos de cocaína" y finalizó días atrás al secuestrar "1.598 kilogramos de cocaína" en una casa de la localidad de Ondarroa, País Vasco.
Allí también fueron decomisados "11 kilogramos de hachís, 12 vehículos, tres inhibidores de frecuencias, diverso material electrónico e informático, sistemas de navegación utilizados para transportar la droga en embarcaciones, y 21.500 euros en efectivo".
"Los responsables de la red realizaban frecuentemente desplazamientos a Sudamérica para negociar con los cárteles de esos países para la adquisición de estupefacientes y su posterior envío a nuestro país" sostuvo la nota de la Guardia Civil.
La droga viajaba en "embarcaciones de gran calado hasta las proximidades de las aguas territoriales españolas" y desde allí "se traspasaba a embarcaciones de recreo" que la introducían en España a través de "la costa de la población vizcaína de Ondarroa".
La exportación de cocaína desde Argentina a España se ha intensificado en los últimos años y prueba de ello fueron las operaciones denominadas "Carbón Blanco", "Manzanas Blancas", el "Narcojet" de los hermanos Juliá, "Sky-mal", del hermano de Gaby Alvarez, y otras.