Caen 14% las exportaciones en seis meses

En el primer semestre del año Mendoza exportó U$S 124 millones FOB menos que en 2013. El knock out de las contingencias climáticas al sector agrícola y la coyuntura económica interna y externa desfavorable, complicaron los envíos. Los sectores más afectad

Caen 14% las exportaciones en seis meses
Caen 14% las exportaciones en seis meses

El primer semestre del año fue una batalla perdida para los exportadores mendocinos. Estadísticas de Fundación Ideal, en base a datos de Aduana, muestran una caída interanual del 14% en valor para el total de productos exportados por empresas de la provincia.

Los malos resultados son consecuencia del pésimo escenario actual para la mayoría de los sectores. Malas cosechas, inflación, caída de la actividad interna y marco internacional desfavorable, formaron una combinación negativa que condenó a la actividad exportadora de Mendoza.

En algunos casos ya se esperaban bajas pero, en otros, se albergó alguna esperanza de mejora con las subas del dólar. Es que durante meses el sector exportador pidió al Gobierno que devaluara el peso para que sus productos recuperaran competitividad en el mercado internacional.

Finalmente, el Estado respondió y realizó la devaluación tan esperada. Primero lo hizo de forma progresiva y luego, de un solo salto, encareció el dólar en un 17%. 

Esto último ocurrió a fines de enero, cuando todavía no salían de Mendoza la mayoría de los envíos al exterior. Las expectativas y el buen ánimo mejoraron, al punto que varios sectores dieron por hecho que su rentabilidad se recuperaría esta temporada.

Seis meses después, las estadísticas muestran una realidad muy diferente a la soñada por los más optimistas. El 14% de caída en valor es la diferencia entre los U$S 842.927.055 FOB exportados por Mendoza en el primer semestre de 2013 y los U$S 718.570.413 FOB enviados entre enero y junio de esta temporada, según una investigación de Fundación Ideal conducida por el economista Rodolfo Montero.

En volumen, la baja es más difícil de medir, debido a que determinados productos se registran en litros, otros en kilos y otros en m3, por ejemplo. No obstante, el análisis de los sectores más influyentes permitirá entender la magnitud de la caída.

Un dato a tener en cuenta, es que todos y cada uno de los sectores aseguran que la ventaja competitiva ganada en su momento con la devaluación, se extinguió hace meses por los constantes aumentos de precios de insumos importados y no importados.

En lo que respecta al país, los números del primer semestre tampoco han sido alentadores. Lo positivo es que Argentina sigue teniendo superávit comercial. Lo negativo, es que la ventaja de las exportaciones sobre el número de importaciones es cada vez menor.

En el período comprendido entre enero y junio, Argentina exportó U$S 36.778 millones contra U$S 33.094 millones importados. En comparación a igual período de 2013,  las exportaciones cayeron 10% y las importaciones 8%.

Caídas masivas

De los 15 productos de exportación más influyentes para Mendoza, sólo 5 lograron mejorar sus envíos durante el primer semestre del año, en comparación al primer semestre de 2013 (vino a granel, bombas centrífugas, peras, ferroaleaciones para industria y placas de durlock), mientras que el resto tuvo malos resultados (vinos varietales finos, ajo, mosto, ciruela sin carozo, vinos no varietales, aceitunas verdes con carozo, purés y pastas de frutas, repuestos y partes de motores, gas y repuestos y parte de turbinas hidráulicas).

Comenzando por la industria vitivinícola, se observan rendimientos dispares de acuerdo al producto. El que mayor ingreso de divisas genera, el vino varietal fino en recipientes de menos de 2 litros, sufrió una caída muy leve del 0,09% en términos de valor y del 0,1% en volumen.

Fueron U$S 309.916.363 FOB exportados entre enero y junio de 2013 contra U$S 309.634.538 FOB en este temporada.

Los vinos no varietales en envases de menos de 2 litros tuvieron una baja más pronunciada en valor (10,13%) y leve en volumen (-0,16%), mientras que los envíos de mosto se contrajeron 22,60% en valor, pero crecieron 4,2% en volumen.

En tanto, las exportaciones de vino a granel lograron una marcada mejoría del 85,29% en valor (U$S 14.415.110 a U$S 26.710.316) y del 227% en volumen.

Para la industria vitivinícola, el contexto económico del primer semestre fue muy desfavorable y provocó su decrecimiento, a pesar de ser uno de los sectores más fuertes de la economía local.

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, aseguró que tanto el sector privado como el Gobierno de Mendoza hacen esfuerzos a diarios para evitar el deterioro de la rentabilidad de las bodegas.

Los esfuerzos no son vanos, pero tampoco logran poner freno al mal momento. “La única forma de revertir la tendencia negativa, es que cambien las variables macroeconómicas, pero eso depende del gobierno nacional”, lamentó Pina.

Analizando la realidad de la industria vitivinícola, el gerente de Bodegas de Argentina destacó un punto negativo y otro a favor. Lo perjudicial, es que el mercado interno tampoco está respondiendo como debería.

“Siempre hemos tenido un mercado local muy fuerte y entre los objetivos del sector es prioridad mantener ese mercado. Lamentablemente esta vez no lo estamos logrando y el consumo interno cayó 4,32% en los primeros seis meses, según datos de Caucasia Wine Thinking”, comentó.

De esta forma, se debilita una de las alternativas que tienen las bodegas mendocinas para contrarrestar el deterioro de las exportaciones. En tanto lo positivo, reconocido por el especialista, es el esfuerzo hecho durante muchos años por toda la industria para diversificar productos y mercados.

“Hay sectores que dependen mucho de Brasil y casi exclusivamente de un producto. Nuestra vitivinicultura, en cambio, ha ganado muchos mercados y ha diversificado su producción, lo que nos permite tener varias vías de escape simultáneas cuando un mercado no responde”, explicó.

Uno de los sectores que puede definirse como dependiente de Brasil, es el ajero, cuyo desempeño en el primer semestre fue claramente negativo. Las estadísticas de Fundación Ideal, revelan una baja de 28,42% en términos de valor para este sector.

El año pasado los ajeros habían recaudado un total de U$S 110.171.838 FOB, mientras que este año apenas han alcanzado los  U$S 78.863.520 FOB en el mismo tiempo. En términos de volumen, la baja no es tan pronunciada (5,7%), pero no deja de ser preocupante. 

Rodolfo Montero, de Fundación Ideal, explicó que la retracción en este caso estuvo relacionada principalmente con la mala cosecha por contingencias climáticas.

"El ajo concentra el 24% de la superficie sembrada total de la provincia y en la cosecha 2013/2014 el dato provisorio arroja una cosecha de 88 mil toneladas, un 9% menos que las 97 mil toneladas de la temporada 2012/2013", señaló.

No obstante, considera que en el segundo semestre del año la tendencia podría revertirse. "Con una producción que cayó menos de un 10% y un mercado interno que no absorbe la diferencia, es de suponer que el stock de ajo en guarda es elevado y es probable (ya que los ajos colorados o de guarda se echan a perder hacia noviembre) que las exportaciones aumenten en los próximos meses", indicó.

Uno de los más golpeados

El sector olivícola es tal vez es el sector más castigado de los últimos años. Perjudicado por las contingencias climáticas y desfavorecidos por la coyuntura económica local e internacional, se pierde cada vez más presencia en los mercados del mundo.

Este semestre se registró una baja del 38% en los envíos de aceituna verdes con carozo. En valor, la retracción fue del 31,80%, reflejo de la enorme diferencia entre U$S 10.727.471 FOB exportados entre enero y junio de 2013 y los U$S 7.316.494 FOB de esta temporada.

Para explicar el por qué de las fuertes caídas, Mansur separó la situación interna de la externa. “Primero, hay que tener en cuenta que la cosecha fue muy mala. En el Este, por ejemplo, levantamos un 18% de la aceituna cosechada el año pasado”, señaló.

“En lo económico, además de la pérdida de rentabilidad que genera la baja producción, nos afectan las excesivas retenciones y las demoras en la devolución del IVA. Además, los costos suben de forma permanente, haciendo nuestros productos más caros en dólares”, continuó.

El escenario descripto es delicado pero no sería tan perjudicial para el sector olivícola si no estuviera acompañado por un marco internacional completamente desfavorable.

“España, uno de los mayores productores del mundo, logró una cosecha de aceitunas histórica en la última temporada. El excesivo volumen bajó el precio internacional y profundizó nuestra falta de competitividad. A eso hay que sumar que el Gobierno español trabaja con una política fuerte de subsidios que permite a los productores llegar a los mercados mundiales con una buena ventaja”, concluyó Mansur.

Período negro para las frutas

El sector frutícola no es la excepción a la mala performance generalizada de la provincia. Entre los principales productos de exportación de Mendoza, sólo las peras lograron una leve mejoría (5,97% en valor y 4,27 en volumen), mientras la gran mayoría no consiguió mejorar los números del primer semestre de 2013.

Un ejemplo negativo es el de los exportadores de ciruelas sin carozo, que se desplomaron 68% en volumen y 53,21% en valor. Nuevamente, fueron las contingencias climáticas las responsables de la retracción tan marcada.

“La baja se debe principalmente a la disminución en la producción (78%) provocada por heladas tardías de primavera de 2013, lluvias y el granizo”, observó el economista Montero.

Hablando del sector frutícola en general, Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff), explicó que el sector sufre, al igual que los demás productos agrícolas de Mendoza, de la sumatoria de condiciones climáticas adversas y coyuntura económica desfavorable.

“Todas las frutas de carozo han sufrido mucho por las contingencias climáticas”, recordó.

Además, señaló a los productores de manzanas y de peras como los más perjudicados por la coyuntura económica interna. “Si bien se observa un crecimiento en valor del 5% en las peras, el rendimiento es 50% menos a lo logrado en la temporada 2012”, comentó Aruani.

En el caso del sector frutícola, más allá de su preocupante presente, existen algunos factores propios del rubro que podrían dificultar su desempeño a futuro.

“La caída de la fruticultura ha provocado que dejen de hacerse muchos trabajos de mantenimiento en las parcelas productivas. Eso se traducirá en baja de la calidad de las frutas”, lamentó el gerente de Aspeff.

El impacto en la metalmecánica

La performance de cada sector económico de Mendoza afecta indirectamente a la industria metalmecánica. “Si cae cualquier industria, caemos nosotros también”, aseguró Julio Totero, actual secretario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet).

Partiendo de esa premisa, el empresario comenzó hablando de la suerte que han corrido todos los sectores de la provincia. “La actividad venía cayendo en los años anteriores y se aceleró en los últimos seis meses.

Por la incertidumbre de la devaluación y los fondos buitres se han restringido las inversiones, y eso nos afecta de forma directa e indirecta”, apuntó.

Para Totero, “sólo el sector petrolero se ha podido mantener gracias a las inversiones de YPF y a las expectativas que genera Vaca Muerta”.

En lo que respecta concretamente a la metalmecánica, el secretario de Asinmet reveló que se registró una caída de un 10% en producción.

“Lo peor de todo es que cuesta mucho formar gente y en el último año y medio se han perdido 1.000 puestos de trabajo en el sector”, concluyó Totero.

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