Con pérdidas que en algunos casos llegaron al 50% de la producción estimada para esta temporada, los productores mendocinos de melones afrontan un nuevo año de dificultades. Es que, a pesar de una sensible mejora en los precios respecto de la campaña anterior, la menor disponibilidad de producto y el imparable aumento de costos, dejan a los chacareros, una vez más, con rentabilidad negativa.
Siembras malogradas por excesos de calor, serias afectaciones de calidad por problemas sanitarios y pérdidas de frutos por las lluvias de diciembre y febrero hicieron bajar considerablemente la oferta de melones con valor comercial, lo que, como contrapartida, contribuyó a tonificar notablemente los precios del producto que logró reunir las exigencias de los consumidores.
Si bien esta temporada se extiende varios días más que la de 2013/2014 (cuando las persistentes lluvias de febrero habían dificultado mucho la cosecha y terminaron interrumpiéndola), esto no alcanzó para superar la pobre performance de aquella campaña.
Cabe recordar, en ese sentido, que las lluvias del verano 2014 habían dado “el golpe de gracia a la producción mendocina de melones, que por entonces ya venía golpeada por las heladas de la primavera 2013.
En efecto, estimaciones coincidentes de distintos referentes del departamento Lavalle (la zona productiva casi excluyente de la provincia) daban cuenta de pérdidas promedio del 50%, lo que, sumado a un marcado incremento en los costos de producción, abría un signo de interrogación sobre las posibilidades de hacer frente al actual ciclo, que está concluyendo en estos días.
Ahora, los productores del Noreste de Mendoza están sobre el cierre de un período que sumó preocupaciones desde lo sanitario y que deja nuevos interrogantes con vistas al año productivo por venir.
Pérdidas de producción
Pascual Arce, de la Cooperativa Lacofrut, de Lavalle, reveló que los cultivos, particularmente las siembras tempranas, fueron afectados por "una virosis que ataca la planta y se manifiesta en el fruto, después de la cosecha, con manchas de color marrón oscuro".
En algunos casos el problema se habría observado durante el proceso de selección y empaque, pero la mayoría de los frutos afectados, estima que no menos del 40% de la producción del año, lo evidenció cuando los cargamentos llegaron a los mercados de concentración.
Explicó que, “cuando se detectaba que la planta tenía problemas, directamente se eliminaban y si se habían cosechado algunos frutos de esa planta, cuando esos melones llegaban al mercado y aparecían las manchas, hubo que tirarlos o, en el mejor de los casos, aceptar precios muy bajos”.
Arce señaló que “usamos algunos fungicidas en cultivos tardíos, y no sé si fue por eso, pero en esos casos tuvimos menos ataques. Lo cierto es que, a raíz de este problema sanitario se ha perdido por lo menos el 40% de la producción del año”.
Por otra parte, admitió que las altas temperaturas, aparte de contribuir con la proliferación de insectos que son vectores de los virus que afectaron la calidad comercial de los frutos, hacen que se interrumpa el cuaje, con lo que, al problema de las pérdidas por falta de calidad, se sumaron las ocasionadas por el exceso de calor, particularmente en el inicio del ciclo. A lo que debe sumarse la incidencia de las lluvias de diciembre y las de febrero.
Explicó sobre este punto que, como estas plantas son rastreras, los frutos se ven muy afectados por la humedad del suelo y por el barro, que los pudre. Se lamentó porque “estamos teniendo años atípicos, con distintos inconvenientes”, y evaluó que, sumando todos los problemas de este año, “es probable que en algunos casos las pérdidas hayan superado el 50% de lo que se esperaba cosechar.
Mariano Santoni, titular de Agro Global (la empresa proveedora de insumos para el agro en Lavalle y zona de influencia), ratificó que “se han extendido bastante los problemas sanitarios por una mayor presencia de virosis, que terminan marcando al melón y deteriorando su valor comercial, por lo que se ha notado una mayor demanda de productos específicos para proteger los cultivos”.
Pascual Arce, de Lacofrut, comentó que “estamos al borde de terminar la temporada, porque hay muchos productores que ya no tienen nada”. Precisó que “estamos trabajando una cantidad mínima de cajas y ya hemos cerrado algunos puestos; y resumió que, “por problemas climáticos y de sanidad, considero que esta ha sido una temporada regular nomás.
El peor de todos
Para Daniel Noguera, productor independiente de melones con explotación en Tres de Mayo, Lavalle, "este año ha sido el peor de todos" principalmente, por la fuerte caída en los rendimientos de los cultivos.
Su interpretación sobre el origen de la pérdida de producción de este año, parece no contemplar la posibilidad de la afectación sanitaria.
"Todavía no sabemos bien -admite- pero en parte ha sido por las altas temperaturas de noviembre, que secaron las plantas, y tal vez algunas fallas en las semillas, lo que es muy difícil de comprobar pero es una posibilidad".
Sobre este punto, el proveedor Mariano Santoni reveló que “hay variedades nuevas que se están comportando muy bien, sobre todo en el caso de cultivos tempranos”.
Aseguró: “Nosotros seguimos muy de cerca la producción de melón y hace un par de años que trabajamos esas variedades, como parte de los proyectos de cadena de valor -de distintos productos- que venimos desarrollando con agricultores de la zona, y nos está dando muy buenos resultados”.
Lo cierto es que, según Daniel Noguera, “estos problemas han sido generales; con los colegas que he hablado han tenido la misma dificultad” y provocaron pérdidas de producción “de más de un 50%”. Recordó que “el año pasado se perdieron las plantas que se helaron, las siembras más tempranas, pero lo demás salió normal”.
Aseguró que hubo más pérdidas este año por el calor, según interpreta, que el año pasado por las heladas.
Desestimó la incidencia de las lluvias en el momento de cosecha, al considerar que, en ese sentido, el año fue “bastante normal, dentro de todo”.
Precios y costos
En cuanto a los precios, Daniel Noguera comentó que los valores que se pagaron en promedio, en los mercados de concentración de Mendoza, fluctuaron "entre $ 100 y $ 140 la caja, según el romaneo". Precisó que "el que mejor se vende es el 6 unidades, porque si entran más o menos unidades, se vende más barato".
Consideró que “el precio fue bueno, pero se debió a que tuvimos poca producción, razón por la cual los valores se mantuvieron durante toda la temporada”.
Por otra parte, estimó que, en su caso, la cosecha se va a extender “tal vez hasta mediados de abril, a lo sumo porque hice alguna plantación un poco más tarde, debido a que se me había secado la producción temprana, por los fuertes calores”.
Pascual Arce, en tanto, reveló que "los valores a los que vendió Lacofrut fueron de $ 90 a $ 140" por cada caja de melones "de buen romaneo"
Coincidió en que "no hubo altibajos, fue una de las temporadas más parejas, no se registraron precios tanto más altos en diciembre, como ha ocurrido siempre".
Precisó que “el precio que recibió el productor fue de entre 7 y 8 pesos en promedio, durante toda la temporada”, mientras que el año pasado ese valor se situó finalmente “entre 4 y 5 pesos”.
Reconoció que “ese número no es malo, lo que es grave es la baja que tuvimos en los rendimientos respecto de la temporada anterior (entre un 40% y un 50% menos) y que los costos de los insumos y de la logística han seguido subiendo”.
El referente de Lacofrut estimó que entre la temporada 2013/2014 y la 2014/2015, el incremento promedio general de los costos de producción, empaque y logística rondó el 30%, pero advirtió que algunos ítems subieron hasta un 100%.
Daniel Noguera coincidió en que “los costos han sido mayores” que los de la temporada previa, “no he sacado bien la cuenta, pero fácilmente han aumentado un 30%”, estimó.
Por otra parte, reveló que “hay menos disponibilidad de gente para trabajar en la chacra”. No sabe a qué atribuirlo, pero precisó que “mucha gente que venía de las provincias del Norte para la cosecha, ya no viene”.