Por la suba de los costos, la incertidumbre, las dificultades para acceder al crédito y las altas tasas de interés de los plazos fijos, la construcción privada cayó 5% en el último bimestre. Además, el ritmo de la obra pública comenzó a desacelerarse y los empresarios se manifestaron preocupados porque, si el Ejecutivo provincial no logra refinanciar la deuda, el presupuesto 2019 tendría un recorte sobre nuevos proyectos.
Gerardo Fernández, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim), comentó que desde el gobierno provincial se los citó para explicarles que si la oposición no aprueba el rollover no sólo se van a dar de baja obras planeadas para el año próximo, sino que también se van a reducir los niveles de inversión previstos originalmente para las que ya se encuentran en ejecución.
"Apelamos humilde y respetuosamente a la reconsideración porque las consecuencias, advertimos hoy, no van a ser alentadoras en un futuro muy próximo", planteó. A esto añadió que el gobierno provincial ha presentado un nuevo proyecto y estarán atentos a su tratamiento "porque en una acción de tipo política se ponen en juego muchos puestos de trabajo y esto está vinculado a la seguridad".
Fernández recalcó que el sector de la construcción tiene unos 14 mil empleos registrados en Mendoza y que se trata de un rubro particular, ya que es uno de los pocos que emplea personas con baja calificación. En este sentido, subrayó que "se trata de familias que se quedarían sin ingresos y de alguna manera tienen que sostenerse".
El proyecto de presupuesto 2019 incluía un pedido de endeudamiento por $ 3.697 millones para cancelar vencimientos de deudas anteriores, lo que se conoce como roll-over y se ha aprobado en reiteradas oportunidades en el pasado. Sin embargo, la oposición rechazó esta solicitud, para la que el oficialismo requería 2/3 de los votos. De inmediato, el Ejecutivo anunció que iba tener que reducir en tres puntos porcentuales las inversiones públicas proyectadas.
El nuevo proyecto que menciona Fernández es uno que el oficialismo presentó esta semana y establece que el gobierno puede canjear deuda vieja por nueva -refinanciarla-, si mejora condiciones de tasas, plazos, montos o garantías.
La misma inquietud expresó Marcelo Bargazzi, presidente de la Filial Mendoza de la Cámara Argentina de la Construcción, quien resaltó que el gobernador Alfredo Cornejo ha anunciado que asignará 11% de la partida presupuestaria a obra pública. Sin embargo, el constructor recalcó que está atado al rollover y que, "si la oposición mantiene su postura mezquina y egoísta, se verán afectados varios proyectos".
Caída de obras privadas
Según estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), la obra privada tuvo una retracción de 8% y de 11% en junio y julio de 2018 (en comparación con 2017), un aumento de 13% en agosto y un nuevo descenso de 6% y de 3% en setiembre y octubre, lo que significa una baja del 5% en el último bimestre.
Gerardo Fernández señaló que la obra privada casi se ha detenido en aquellos proyectos en proceso de terminación, mientras que los que estaban por iniciarse o tenían un grado medio de avance están paralizados hasta que se esclarezcan los parámetros macroeconómicos. El titular de la Cecim dijo que no comparte el optimismo del gobierno nacional de que habrá un pronto rebote, sino que más bien espera que se estire la recesión.
"La obra privada es muy sensible a cómo se percibe el futuro. En tanto las percepciones macroeconómicas no sean estables, no se va a reactivar", planteó. Esto, explicó, se debe a que la construcción requiere de planificación, de hacer una inversión y, sin estabilidad, no se puede calcular el recupero. A esto se suman las altas tasas de los plazos fijos y que los canales de crédito están prácticamente cerrados. Por eso, expresó que espera que los primeros meses de 2019 sean muy duros.
Marcelo Bargazzi coincidió en que las obras particulares han tenido un freno y que los emprendimientos privados en ejecución se ralentizaron, mientras los que todavía no habían iniciado quedaron a la espera. Pero su proyección a futuro es más alentadora, ya que opina que este escenario puede mejorar pronto, cuando empiecen a desarrollarse proyectos de vivienda con participación público-privada, como los que ha lanzado el Instituto Provincial de la Vivienda.
Mario Yaser, referente del sector, indicó que observan una disminución de la construcción privada pero una recuperación por momentos, por lo que no termina de leer el panorama.
Pese a eso, comentó que los créditos UVA desaparecieron y que en las épocas de recesión las obras privadas disminuyen, porque quien construye debe contar con recursos sobrantes para poder realizar la inversión.
El Estado desacelera su ritmo
Aunque las obras públicas no muestran la contracción que se observa en la parte privada y de hecho siguen aumentando con respecto al año pasado, sí se ha desacelerado el ritmo de crecimiento. De acuerdo a estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), en el bimestre julio-agosto la construcción pública creció 12% en relación a igual periodo del año pasado, mientras que en el bimestre septiembre-octubre tuvo un crecimiento del 6%.
Mario Yaser, un referente del sector, comentó que están “realmente preocupados por la disminución de la obra pública en general”, pese a que consideró que la provincia está haciendo un esfuerzo por sostenerla a través de un programa de construcción de viviendas. Pero señaló que no alcanza a cubrir los proyectos que se están terminando.
De ahí que, con su empresa, esté enfocado en desarrollar un complejo privado que les permita mantenerse. Pese a esto, estimó que seguramente van a perder puestos de trabajo y achicar su facturación.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza, Gerardo Fernández, coincidió en que, por el impulso del gobierno provincial, la obra pública ha tenido una disminución menor al resto del país. No obstante, resaltó que el presupuesto nacional casi no incluye obras de arquitectura, lo que impactará directamente en la industria e indirectamente en el comercio y el empleo.