El corte de las cadenas de pagos es inminente y genera grandes preocupaciones en el sector empresario. La caída del consumo, la suba de tasas de interés y la crisis generalizada que azota a Mendoza y el resto del país han provocado dificultades en el cumplimiento de las obligaciones financieras. La situación afecta particularmente a las pymes, ya que las grandes empresas les dilatan los vencimientos, para evitar tener que recurrir al sistema bancario, por lo que algunos resaltan que se financian con sus proveedores.
El propio Ministro de Producción de la Nación, Dante Sica, reconoció a mediados de año que "los bancos ven aumentos de cheques rechazados" y señaló que eso empezaba a "generar un alerta". Ahora, la situación parece haberse agravado y son cada vez más los casos en los que se registran demoras en la cancelación de pagos.
Rubén Palau, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), comentó que la cadena de pagos no está rota, pero advirtió que la situación es delicada. "Nuestros clientes, que son mucho más grandes que nosotros, nos han trasladado el problema de ellos", lamentó.
“Nos han transferido el tiempo que ellos necesitan. Nos están pagando con cheques con períodos de tiempo aún más prolongados. Si estaban trabajando a 30 y 60 días, ahora los dan a 60, 90 o 120 días, e incluso más, dependiendo del sector o nicho económico”, comentó.
Palau agregó que el panorama se complica porque cuando van a buscar financiación, no pueden recurrir al sistema financiero, "porque tiene tasas exorbitantes que no se pueden sostener". "Por eso decimos que, si bien no se ha cortado la cadena de pagos todavía, está a punto de estallar", apuntó.
Fue similar el análisis de Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM). "En una reunión del consejo directivo de la Cámara Argentina de Comercio -de la que participaron unas 50 personas de distintas partes del país- comentaron que no está rota la cadena de pagos, pero sí es un hecho que se están estirando los plazos", indicó el empresario, confirmando un indicio de que la situación empieza a ser preocupante. "Los cheques no vienen masivamente rechazados, sino que piden que estiren el cobro por una semana o un mes", agregó.
Corte en sectores
Aunque lo que predomina es la cautela y muchos prefieren no hablar de un corte en la cadena de pagos, hay quienes reconocen que sí se da este fenómeno, aunque de modo acotado, en algunos sectores. Javier Allub, presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM) expresó que si bien hay actividades que pueden estar más resentidas y llegar a una rotura de la cadena de pagos, lo que se observa a nivel general es la dilatación de los plazos. Pero planteó que el principal problema es que las empresas no pueden afrontar esta demora porque no encuentran apoyo en el sistema financiero.
Para ilustrarlo, explicó que una pyme que tiene un cliente estratégico y éste le difiere el pago, se encuentra con dificultades cuando las tasas para descontar cheques rondan el 70 u 80%. De ahí que la mayoría de las empresas esté intentando auto sostenerse; algo que logran las que tenían salud financiera.
Sin embargo, Allub destacó que los más complicados son los que están endeudados por alguna razón, como que realizaron una inversión con financiamiento a mediano y largo plazo. En que en un contexto de retracción y caída del mercado interno, no pueden pagar cuotas que están atadas a los ingresos del negocio.
También Adolfo Brennan, prosecretario de Comercio y Servicios de la Federación Económica de Mendoza, manifestó que hay sectores que están más afectados y han tenido cheques devueltos y cuentas embargadas, lo que lleva a que se vaya rompiendo la cadena de pagos. Y coincidió en que la extensión de los plazos de pago impacta más en las pequeñas empresas, "que cuando tienen que salir al mercado financiero no les cierra el número".
Asimismo, señaló otra dificultad que están enfrentando los comercios, y es que siguen teniendo los mismos plazos de pago con tarjeta que cuando las tasas de interés estaban a menos de la mitad. Explicó que el monto pagado les llega en 18 o 19 días, pero algunos negocios tenían un acuerdo con el banco de acreditación en 48 horas. La tasa que se está aplicando para eso es de 60% anual como mínimo, es decir de casi 6% mensual. "Cada día que se atrasa el pago estamos perdiendo rentabilidad pero en este caso estamos en un límite donde el negocio no es viable", lanzó.
Tasas de 70% promedio
Brennan detalló que la tasa promedio de descuento de cheques en los bancos de primera línea ronda el 67% y la de descubierto el 70%. En tanto quienes acuden a la Bolsa de Valores pueden obtener financiamiento con 45% de interés más un 4% de comisión. Pero resaltó que para poder aprovechar esta última posibilidad, se necesita el aval de una sociedad de garantías recíprocas.
De ahí que los que tienen una cierta estructura y patrimonio pueden llegar a acceder a una tasa cercana al 50%, pero el resto debe pensar en intereses de un 60% anual como mínimo. De hecho, subrayó que, cuanto más chica es la empresa, se considera que mayor es el riesgo, por lo que las tasas son más altas.
En julio, cuando los bancos privados aplicaban un interés de 40 a 50% por el descuento de cheques, se anunció que 12 bancos públicos nacionales iban a ofrecer una tasa subsidiada de 29%. Sobre esto, el prosecretario de Comercio y Servicios de la FEM, Adolfo Brennan, señaló que es muy difícil acceder, porque entre los requisitos está tener los papeles en orden y los impuestos al día, algo que no es sencillo en la coyuntura. Pero además, comentó que son trámites burocráticos, por lo que se necesita una estructura administrativa que se encargue reunir la documentación.
Por eso, señaló que son muy pocos lo que pudieron aprovechar este beneficio y que lo mismo ocurre con las herramientas provinciales, como las líneas para capital y trabajo del Fondo para la Transformación y Crecimiento.
Los más chicos financian
"Las pymes tienen como clientes a las grandes empresas, que frente a las altísimas tasas de interés, se financian con sus proveedores. En lugar de tomar plata del banco, les estiran el pago. Entonces, cuando les pagaban en 30 días, ahora lo hacen en 120", manifestó Juan Carlos Rivera, gerente regional del Banco Credicoop. Subrayó que esto deteriora la cadena de pagos, particularmente en una situación de recesión, alta inflación y pérdida del poder adquisitivo de los salarios, a lo que se suma mayor desempleo.
Rivera indicó que se ha incrementado el número de cheques rechazados. De hecho, según datos publicados por el Banco Central, hasta julio el monto de rechazados alcanzaba un valor total de $ 4.600 millones a nivel país, lo que fue equivalente al 1,2% de la cantidad total de cheques introducidos al sistema. Si bien parece una tasa menor, representa un incremento del 50% respecto al valor registrado en julio del año pasado, cuando los cheques rechazados por falta de fondos representaron el 0,8% del total.
Fuentes del sistema financiero aclararon que en los últimos cinco años los cheques vienen perdiendo representatividad en relación con el monto total de financiamiento de las empresas (las transferencias bancarias inmediatas y programadas han ido ganando espacio). De todos modos, comentaron que existe una preocupación por la cadena de pagos, pese a que todavía no se observa un corte, y que el gobierno nacional está intentando resolver la problemática.
A mediados de noviembre, el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación lanzó una nueva línea de crédito para descuento de cheques, que tendrá vigencia hasta fines de febrero, por un total de 22 mil millones de pesos, con tasas de 38% para los bancos públicos y de 45% para los privados.
Rivera explicó que el Banco Credicoop bajó su tasa al 41%, lo que les implica trabajar a pérdida, pero como un modo de dar un respiro a las pymes. "No hay economía que pueda subsistir con tasas de 50 a 90% o hasta 120%", lanzó, al tiempo que dijo que el problema de fondo es el modelo económico que se ha aplicado, muy similar al que implementó en 1976 José Martínez de Hoz para bajar la inflación con recesión, lo que genera un círculo vicioso de menor consumo y más desocupación.
Las pymes son las que más sufren con las tasas tan altas
Los empresarios advierten que está a punto de cortarse la cadena de pagos. Los Andes consultó a dos economistas sobre qué consecuencias tiene esta situación para la economía y además qué puede ocurrir si rompe este circuito comercial.
Pablo Salvador: "Básicamente la inflación interanual es más elevada de lo que se esperaba. En setiembre cayó el consumo y los cobros también comenzaron a retrasarse. Los salarios han perdido poder adquisitivo y la gente intenta refinanciar sus deudas para no quedar en el camino. Pero cuando las empresas no venden, no pueden pagar y esto genera más retrasos. Las Pymes si no tienen liquidez deben recurrir a los créditos para financiarse. Las empresas grandes tienen como palanquearse, pero las pequeñas son las más perjudicadas".
Sebastián Laza: "Las cadenas de pago no se rompen, se alargan o acortan y es lo que pasa en este momento de tasas tan altas. Es como la ley de la selva, donde las empresas más grandes se llevan la parte del león en la cadena de pagos y las Pymes son las que sufren porque tienen que aceptar los plazos que les imponen. ¿Qué hay que hacer?, tratar de mantener una relación entre el plazo de cobro y pago para no poner en riesgo la rentabilidad del negocio; ese es el límite".
Problemas por la falta de pago de impuestos
Más allá del aumento en la cantidad de cheques rechazados y las extensiones en los plazos, las empresas mendocinas encuentran otros problemas en el sistema financiero que dificultan su normal desarrollo.
Rubén Palau, de Apyme, señaló que un inconveniente grave son los embargos por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos. "Como dejamos los pagos de los impuestos al último, después de pagar a nuestros empleados y a duras penas el 931 (y a veces no lo pagamos porque tenemos diversas dificultades), AFIP nos embarga las cuentas. Hemos ido a pedir que nos den prórrogas en IVA o el formulario 931, pero no nos otorgan mayores plazos porque no se puede tener una cuota sobre otra", lamentó.
Palau señaló que cuando esto ocurre, no pueden acudir al sistema financiero, más allá de que las tasas estén entre el 60 y el 90% o más, y se ven obligados a recurrir a las "cuevas”, en donde los intereses llegan al 120 o 140%. “Es similar a lo que pasa cuando uno paga el mínimo de la tarjeta de crédito", protestó Palau.
En este sentido, el empresario manifestó que el sector pyme necesita que las tasas de financiamiento sean más accesibles, que AFIP les permita extender la cantidad de cuotas de las moratorias y que también reduzca el interés, ya que las tasas son muy cercanas a las del sistema financiero.
Daniel Ariosto también mostró preocupación por los embargos del organismo nacional y detalló que el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (de la que forma parte la UCIM), Jorge Luis Di Fiori estuvo reunido hace un par de semanas con el director nacional de AFIP, Leandro Cuccioli, y le planteó esta situación.
“Di Fiori le dijo que se debe estudiar cada caso porque no es lo mismo un evasor que un comercio que no ha podido pagar un plan de pago. Y que cuando le embargan la cuenta corriente, lo están obligando a pasarse a la economía informal”, indicó Ariosto. El presidente de la UCIM se mostró esperanzado porque la respuesta del titular de AFIP fue favorable y adelantó que están realizando una reforma en el sistema impositivo. “Parece que viene una legislación más flexible y racional”, contó.