Poco antes de las 19, el cuerpo de Antonio Patricio Zabala (34), según la documentación que tenía, fue cargado a una morguera por personal de Policía Científica.
Tras ello, la fiscal Claudia Ríos habló de una persona muerta, atada de pies y manos, con un calzoncillo y con una bolsa en la cabeza. Confirmó, junto al profesional del Cuerpo Médico Forense y jefe de la Morgue Judicial, Hugo San Martín, que el cuerpo no presentaba lesiones visibles.
También aseguró la existencia de algunas cartas que "deberán ser cotejadas en su escritura" para confirmar que fueron escritas por la víctima.
Mientras que otro tanto realizaban peritos sobre un perfil de Facebook, donde se despedía "agradeciendo a todos ustedes. Amo a mi familia, mis amigos y compañeros".
Por hora
En la calle Entre Ríos al 127, sobre un local comercial, hay algunos departamentos que son alquilados por hora o en forma temporaria.
Ahí llegó el joven cerca de las 13, para ocuparlo por un par de horas.
Y si bien nadie pudo aportar datos sobre su ingreso (el departamento se contrata a cuadras de allí), se especulaba sobre la existencia de cámaras que hayan registrado el ingreso del joven.
Después de cumplido el plazo previsto, cerca de las 14.30, el encargado golpeó la puerta y al no tener respuesta, investigó y alcanzó a ver el cuerpo del hombre inerte sobre la cama. De inmediato llamó al 911.
Con la Policía en el lugar, abrieron la puerta y encontraron al hombre como fuera descripto, por lo que también se llamó para que concurriera al lugar a la fiscal de homicidios, Claudia Ríos.
Cerca de 30 minutos utilizó el personal de Científica para calzarse los uniformes blancos, mientras que se buscó, entre los curiosos, a una persona como testigo de la tarea a desarrollar por la Policía en el interior del departamento.
Y fue Eduardo el elegido, que dejó en la vereda a su esposa y postergó las compras que tenía previsto realizar y, vestido con la ropa acorde, subió las escaleras para certificar con su presencia el trabajo del personal.
Sobre la cama
El cuerpo fue encontrado acostado sobre la cama, con los brazos atados por sobre la cabeza, mientras que también con una soga tenía atados los dos pies.
Una bolsa de nylon cubría su cabeza, que cuando fue retirada permitió constatar que dentro de la boca tenía el calzoncillo.
Después de que el cuerpo fuera sacado y llevado a la camioneta, la fiscal confirmó el hecho y manifestó que, por el momento, se lo ha calificado como "averiguación de muerte", hasta tanto estén los resultados de la necropsia y los estudios patológicos.
Además de confirmar que el lugar es de "alquiler temporario", reconoció la existencia de cartas que, "después de ser leídas, deberán ser analizadas".
Tras reiterar la calificación inicial, señalando que la causa es secreta, le cedió la palabra al jefe de la morgue, doctor San Martín, quien agregó que se "trata de un joven de entre 25 a 30 años", asegurando que "en el Cuerpo Médico Forense se hará la autopsia que permitirá calificar el hecho".
Finalmente, el lugar quedó vacío de uniformados y autoridades, siendo ocupado por vecinos y transeúntes que se preguntaban no sólo qué había pasado, sino principalmente cómo había pasado. Respuesta que, por ahora, solo la tiene la Justicia.