La delegación argentina, encabezada por Claudio "Chiqui" Tapia, partió del Bronnitsy Training Centre por última vez a las 15.40 (hora de Rusia), después de despedirse del personal local, que los atendió durante casi un mes.
Apenas dos jugadores se subieron al avión, después de que la delegación de unas 50 personas completara los trámites migratorios: eran el mendocino Enzo Pérez -vestido de selección- y Marcos Acuña -con look turista-, que se bajará en Lisboa, donde la aeronave tiene la escala prevista para cargar combustible antes de cruzar el océano Atlántico.
A pesar de que viajan juntos, el presidente de la AFA y Jorge Sampaoli lo hacen separados. Además, también completan el grupo los sparrings, cocineros, utileros y personal que acompañó al plantel albiceleste.
El avión arribará a Buenos Aires el miércoles en las primeras horas.
Como era de esperar, ninguno habló. Tapia lucía una chomba blanca de la AFA y Sampaoli -en soledad- fue el primero del grupo en pasar por Migraciones. Esa fue el último registro argentino en Rusia 2018, que dejó al seleccionado varado en octavos de final.