Los empresarios del Transporte pudieron cobrar ayer en el banco un monto que buscó frenar la medida de fuerza que amenazó con suspender el servicio de micros en horario nocturno. En total, fueron $ 10 millones.
Sin embargo, la deuda que hasta la semana pasada era de $ 116 millones, si bien no tiene intereses, sigue creciendo día a día $ 1,5 millón, por el solo hecho de que “los micros siguen andando” y se contabilizan los kilómetros recorridos.
Es por eso que, de no haber más novedades de pago en el transcurso de estos días, en el sector afirman que la semana que viene podría haber una medida de fuerza, aunque esta vez sin un aviso previo. Esta consistiría en cortar el servicio a las 22.30. En el Gobierno, uno de los argumentos que se escuchó en contra es que se estaría incumpliendo con el pliego de licitación.
Pero según aclararon en el sector empresarial, esto no sería así, ya que el mismo contrato contempla que las empresas pueden perder por día un 5% de frecuencias en concepto de servicios que se caen por roturas, cortes de calles, o cualquier tipo de eventualidad. De suspenderse el servicio nocturno, aseguran, se estaría afectando menos de este porcentaje estimado, por lo que no tendría que haber sanción.
Por otro lado, para entender el reclamo que existe por parte de los dueños de colectivos, hay que aclarar que los kilómetros recorridos por cada grupo se cancelan con dinero que tiene tres orígenes distintos: el primero es un subsidio nacional, el segundo es una parte de lo que se recauda con la Red Bus y el tercero es lo que pone la Provincia desde el Fondo de Compensación Tarifaria, monto que cuenta con partida presupuestaria cada año. Esto último es lo que se le debe a los propietarios de las empresas.
