Unas horas antes de preparar sus valijas para viajar a San Rafael y comenzar la mini gira con su nuevo espectáculo "Toy loco y bajé un cambio", Cacho Garay se acordó de varios colegas con quien compartió temporadas y docenas de funciones, entre ellos Hugo Varela, Facundo Cabral, José Luis Serrano, es decir, Doña Jovita, y también se acordó, al final de la conversación, del mendocino Camilo "Palito" Ortiz y del mexicano Cantinflas, a quienes admira desde pequeño. "Hay que hacerle un homenaje a Palito. Él es el maestro del humor de la provincia", afirmó.
En realidad, a la mayoría de ellos, a esos cómplices de las risas, los admiraba desde su juventud, especialmente a Luis Landriscina, uno de sus ídolos indiscutidos y al que nunca se imaginó, no sólo conocerlo sino terminar compartiendo escenarios con él, fortaleciendo después una amistad muy activa por estos días.
Ya pasaron 17 años de aquel estallido de popularidad que le imprimió el Campeonato Nacional del Chiste del programa de Marcelo Tinelli y desde aquella época hasta nuestros días, Cacho tiene los pies bien firmes sobre la tierra. Está lejos de definirse como una estrella. Él en realidad se considera un “laburante del humor”, un viajero que lleva chistes y bromas para quienes deseen divertirse con él.
-¿De qué se trata el nuevo show?
-”Toy loco y bajé un cambio” tiene que ver con otros títulos anteriores de mi lista de espectáculos como “Elétrico” o “Correcaminos”. El título tiene que ver con esa idea de que la gente ya se pregunta que ya venía lento de por sí antes y ¿encima ahora baja un cambio? Es un nombre con doble sentido.
-¿Hay algún tema tabú o imposible para darle una cuota de humor?
-No se puede hacer humor con el dolor de los demás. Eso es seguro. Hay temas muy sensibles para la gente, siempre. Existen chistes sobre diferentes temas fuertes pero nunca, en mi caso, jamás los haría. Siempre me pongo en la piel del otro frente a lo que digo y hago en el escenario. En lo que a mí respecta, jamás me sumo a esos humoristas que hacen humor casi con cualquier tema.
-¿Nunca se te ocurrió hacer humor político?
-La verdad que no. A veces nombro a los políticos que conozco, pero sin ofender, sin poner en tela de juicio su accionar, sin poner en jaque sus gestiones, se trate de quien se trate. Obviamente, hablamos de figuras que he conocido personalmente. En la anterior gestión, una noche entre amigos largué un chiste sobre el ex gobernador Paco Pérez, del que en ese momento se decía que desde la Nación no le daban los recursos que la provincia estaba necesitando. En relación con eso hice un chiste, que estaba lejos de ofender pero se viralizó. De todas maneras, creo que todas las gestiones políticas tienen sus aciertos y desaciertos y hablar sobre eso es tomar partido. Eso siempre pasa innecesariamente.
-¿Alguna anécdota de Facundo Cabral?
-Hicimos cuarenta funciones juntos. En los shows cada noche teníamos los camarines enfrentados y cuando llegaba Cacho Sagasta, su asistente, él me decía ‘el maestro lo está esperando’. Facundo era muy prolijo y correcto. En su camarín siempre había una botella de malbec y dos copas y siempre me esperaba para tomar un trago. Era un honor para mí compartir con él tantos escenarios. Algo que me halaga es que siempre se reía conmigo y en cada charla, con cualquiera, siempre escribía en un cuaderno con un fibrón grande, porque no veía bien. Allí anotaba todo lo que pensaba y lo que quería recordar después. Él citaba algunos chistes míos y eso para mí, era un honor.
-¿Y con Luis Landriscina?
-Él es un ídolo total de los argentinos que tenemos sentido del humor, un sentido del humor que en realidad lo tenemos todos. En principio estaba bien lejos en mis sueños poder conocerlo personalmente, pero hoy en día nos une una gran amistad, de hecho, estamos en contacto de forma permanente. Por el momento te puedo decir que tenemos un par de proyectos que tienen que ver con Mendoza, con un show que estrenaríamos acá. Hay que ponerle una fecha y para mí sería un proyecto muy ambicioso en lo personal.
-¿Hugo Varela?
-Otro monstruo, otro genio. Hicimos con él como cincuenta funciones juntos. Nos divertíamos muchísimo tanto arriba como detrás del escenario. En las tablas descubrimos que podíamos ensamblar dos tipos de humor y la verdad que fue una experiencia fantástica y un orgullo como mendocino poder compartir muchos vínculos personales y profesionales con él. Hicimos temporadas muy divertidas.
En 2008, Luis Landriscina, Doña Jovita y Cacho Garay protagonizaron juntos el espectáculo “Al amor por el humor” en Brinkmann, en Córdoba. El show fue filmado y publicado en dvd y sus ventas fueron donadas a beneficio de la Fundación Favaloro.
“Con José Luis Serrano nos habíamos juntado en algunas ocasiones pero fue en el show solidario que organizó Landriscina en que comenzamos a conocernos mejor. Fue inolvidable aquella experiencia”, recordó Cacho.
-¿Tuviste algún reclamo por parte de un espectador sobre alguna broma que consideró fuera de lugar?
-Creo que todos los espectadores vienen a un show de humor porque quieren. Vienen a divertirse y no enfrentarse a un drama. Una de las razones que siempre tengo en cuenta es que nunca voy a afectar a nadie con un chiste de política, religión o razas. No hay necesidad. Pero sé que hay humoristas que hacen bromas con estos temas y lo hacen con ingenio y les sale bien, pero no es lo mío. Me ha pasado en realidad lo contrario, que alguien me reclamara cuando no lo nombré en alguna anécdota. Eso pasa cuando les ventilo cosas graciosas a los amigos o personas que conozco. Pero si tengo que hablar de uno y otro, lo hago siempre con afecto, con cariño.
-¿Has vivido situaciones amenazantes mientras has estado caminando en las calles?
-He vivido cosas desagradables y hasta peligrosas, precisamente porque a veces el hecho de ser conocido hace que las personas se acerquen sin filtros, con mucho afecto, el mismo afecto que yo también siento por mi público. Y si hubo alguno que otro arrastre con cosas irrespetuosas, esas se olvidan rápido, en compensación con las que son realmente cariñosas.
-¿Qué humorista, vivo o muerto, te hubiera gustado conocer?
-Sin duda, he admirado desde niño al mexicano Mario Moreno “Cantinflas”. Hubiera sido un gran sueño haberlo conocido. Cada vez que puedo veo sus películas. Las tengo casi todas, cerca de cuarenta. Todavía me hace reír mucho. Para mí es una figura inolvidable.
La ficha: "Toy loco y bajé un cambio". Gira nacional 2017.
Funciones
Hoy a las 21.30: Teatro Roma, San Rafael.
Mañana a las 21.30: Auditorio Municipal de Tunuyán.
Sábado a las 21.30: Teatro Plaza de Godoy Cruz.
Entradas: $400 (platea baja) y $350 (platea alta).
Puntos de venta: boleterías de los Teatros, en www.1000tickets.com.ar, venta telefónica al 0810-777-8484 y en Calle Alem 22.