Un plan, surgido en el Ministerio de Turismo de Mendoza apunta a poner en valor la villa de Cacheuta, ubicada sobre la ruta provincial 82, con la intención de que ese lugar de montaña recupere condiciones de auténtico destino de tránsito y estadía de visitantes locales y turistas.
Convertida en distrito de Luján de Cuyo en 2005, Cacheuta es una pintoresca comarca de montaña, conocida por las excelentes propiedades terapéuticas de sus aguas termales.
El río Mendoza encajonado, la antigua y pequeña estación del ferrocarril Trasandino (de 1900), el hotel termal, remodelado en los '80, el puente de piedra y ladrillos sobre el río y el puente colgante de 1940 son algunos de los atractivos del paraje.
Desde fines de los '80 surgió en el sitio un nuevo centro termal que reforzó las prestaciones como incentivo para visitar el distrito. Lamentablemente, con la interrupción del tramo del camino que llegaba hasta Potrerillos por la construcción del dique, la población del área sufrió aislamiento y estancamiento. No fue el único factor.
Con el paso de los años, aunque la localidad no disponía de la comunicación carretera hacia el oeste se convirtió en meta casi obligada de miles de visitantes. Hay jornadas en que la aglomeración es altísima, lo que pone de buen humor a los residentes que se dedican al comercio y a los artesanos instalados.
Como contrapartida de esta fuente de recursos económicos, el enclave de montaña viene sufriendo un paulatino y casi irreversible deterioro al no contar con infraestructura básica, faltante notorio en materia de líquidos cloacales, baños públicos, recolección de basura y limpieza adecuada de los distintos escenarios por donde deambula el visitante.
También hay saldos negativos en seguridad y salud, aunque en este último aspecto debe reconocerse la habilitación de un centro sanitario que sin embargo no cuenta con un médico. Entonces, un ambiente natural de características inigualables contiene, pese a sus bondades, el germen de una fuerte tendencia a una peligrosa depresión sin retorno.
Ahora se han anunciado diversas acciones, dentro de una estrategia de gobierno denominada “Mendoza Turismo 2024”, que si no se abandona en el futuro, podría traducirse en el definitivo ordenamiento territorial de Cacheuta, más la dotación de todo el equipamiento que falta en el rincón cordillerano.
En el pasado hubo algunas intenciones de hacer algo, pero siempre quedaron en meros anuncios. La operatoria a desarrollar es apoyada por los vecinos y operadores turísticos instalados. Lo primero que quieren es resolver el tema de la basura, inclusive poniendo en funcionamiento una planta recicladora.
La educación de los niños que habitan el paraje es otra grave falencia, ya que deben trasladarse hasta Blanco Encalada para asistir a clase. La conectividad es también un aspecto a resolver.
El paraje de montaña no cuenta con señal de teléfono celular ni internet, y la ausencia de seguridad es notoria al no registrarse una presencia policial permanente, compatible con el número de visitas, que en ocasiones oscila entre 1.500 y 2.000 personas.
Deben sumarse más aspectos negativos que esperan solución: el deficiente sistema pluvial que provoca no pocas inundaciones, así como el precario sistema eléctrico que deja a la villa sin luz a menudo.
Los ejes de la acción oficial son el reordenamiento territorial, la recuperación de la plaza central y la reubicación de los puestos de los artesanos; la colocación de una antena del sistema Tetra por parte del Ministerio de Seguridad, y la apertura de la ruta 82, obra ya adjudicada pero que indudablemente, por su envergadura, demorará un tiempo prolongado todavía.
La villa se podrá recuperar si rápidamente se ponen en marcha todas las medidas contenidas en el plan, más allá del cambio o no de signo político en la Casa de Gobierno que se concretará a fin de año.
