En charlas de amigos, Carlos Arce, Leonardo Cano y Pio De Amoriza decidieron buscar la manera de reciclar plástico y darle un uso específico para la provincia. Cuando avanzaron, explica Arce, descubrieron que cada año se cambian unos 6 millones de palos de madera que se usan en los viñedos, porque se pudren o se rompen. Así nació Madera Plástica Mendoza, un emprendimiento que convierte residuos plásticos en postes para la industria vitivinícola.
-¿Cómo nació el proyecto de hacer postes de plástico para la vid?
-Empezamos hace dos años y medio a investigar qué podíamos hacer con el plástico y qué necesitaba Mendoza. Buscamos información y nos encontramos con que alrededor de 6 millones de palos que se utilizan en las viñas se cambian anualmente porque se pudren o las máquinas cosechadoras los rompen. Como tienen un tratamiento de arsénico, no se pueden reutilizar.
También empezamos a hacer averiguaciones con respecto al reciclado del plástico y vimos que lo que se utiliza son las botellas y las tapitas. Sin embargo, hay otros que normalmente van a la basura, se entierran o queman, como el sachet de leche, el tubo de pasta de dientes o la bolsa de supermercado. Nosotros apuntamos a todo eso que hoy se desecha porque no tiene valor comercial, sin necesidad de un lavado previo y sin ocupar una gota de agua.
-¿Cómo es ese proceso?
-Tenemos una línea con una cinta de desgarrado y de ahí los plásticos pasan a un molino que los deja de un tamaño de 3 milímetros aproximadamente. Después definimos los plásticos que van a ir en la mezcla y de ahí van a un proceso de estrusado, que alcanza una temperatura de 250 grados, para inyectar los moldes. Estamos haciendo unos 500 postes diarios.
-¿Qué características tiene este material?
-El producto que desarrollamos tiene la resistencia necesaria para soportar el peso de una viña y la flexibilidad para no quebrarse si lo toca una máquina cosechadora. El poste termina en punta por lo que no se necesita hacer un pozo para colocarlo y se puede pintar, clavar, hacerle agujeros y colocarle grampas como si fuera madera.
-¿Cuál ha sido la respuesta de los productores vitivinícolas?
-Tuvimos la posibilidad de hacer ensayos en una finca en donde nuestro tester era el obrero dedicado a la viña. Él era quien hacía las pruebas y nos decía "no", "no", hasta que llevamos una muestra que sí aprobó.
Hoy vamos a las bodegas y a los productores vitivinícolas con el producto y le hacen distintos tipos de pruebas que nos sorprenden, porque tal vez no se no les harían a un palo de madera o metálico. Desde saltarle encima hasta intentar deformarlo. Ya nos están comprando y cambiando sus postes que se les han roto.
-¿Dónde está ubicada la planta?
-Estamos en Junín. El municipio nos habilitó para estar dentro de la planta recicladora Junín Punto Limpio. Hicimos un acuerdo público-privado. Tenemos capacidad para reciclar 100 toneladas mensuales de residuo plástico. Es un número importante de plásticos que estamos sacando de la calle y estamos salvando casi 300 árboles en ese mismo tiempo.
Arrancamos con una máquina muy chica que reciclamos de un basurero. Después, al ganar la primera etapa del concurso Mentes Emprendedoras en la región Cuyo, pudimos solicitar un Fondo Semilla en la incubadora de la Municipalidad de Capital, que nos habilitó a comprar otra maquinaria. Cuando ganamos el concurso a nivel país, tuvimos la posibilidad de hacernos más conocidos, lo que nos permitió incrementar la producción y nos obligó a comprar maquinaria nueva, entregar moto, auto, pedir ayuda a mamá, papá, tío.
-¿Dónde consiguen esa cantidad de plástico?
-En un principio estábamos en un galpón y nuestros aliados estratégicos en la cadena de producción eran los recuperadores urbanos. Ellos tenían una cierta cantidad de plástico que reciclar y les abrimos el abanico, porque no clasificaban el sachet de leche o el de mayonesa (con mayonesa). Tuvieron la posibilidad de incrementar la cantidad de productos reciclables. Ahora seguimos comprándoles pero también hicimos la alianza con la Municipalidad de Junín para alcanzar la cantidad de materia prima que necesitamos.
-¿Tienen pensado utilizar este sistema para otras actividades agrícolas?
-En este momento, y por una cuestión de temporada, estamos apuntando 100% al armado de postes para viñas, pero ya tenemos demanda de empresas constructoras que quieren usar estos mismos postes para los encofrados y para las vigas de los techos. Hay que estar normalizados, pero es un material más que resistente. Los palos de encofrado se mojan y se pudren, pero los plásticos los podrían reutilizar en varias obras.
Perfil
Carlos Arce es uno de los creadores, junto con Leonardo Cano y Pio De Amoriza, de Madera Plástica Mendoza. Los tres se conocieron por trabajar en la misma empresa de telecomunicaciones y decidieron convertirse en emprendedores.
El año pasado obtuvieron el tercer puesto en el concurso Mentes Transformadoras, entre más de mil proyectos de todo el país, y hace unos días fueron elegidas entre las diez empresas más queridas por los mendocinos.